Asociación Nacional de Cooperativas de Chile y Santo Tomás firman convenio de colaboración para potenciar la educación cooperativa

Asociación Nacional de Cooperativas de Chile y Santo Tomás firman convenio de colaboración para potenciar la educación cooperativa

El Instituto Profesional y Centro de Formación Técnica Santo Tomás y la Asociación Nacional de Cooperativas de Chile, formalizaron un importante convenio de colaboración con el objetivo de fortalecer el cooperativismo y la innovación en el país. Ambas instituciones han acordado poner un énfasis especial en la promoción de proyectos de innovación, reconociendo su importancia como motor de cambio y progreso en la sociedad.

Juan Pablo Guzmán, Rector Nacional del IP-CFT Santo Tomás, expresó su entusiasmo por esta colaboración, destacando su aporte para los objetivos institucionales: “La posibilidad de tener una contraparte que represente el tejido social y económico del país, con la amplitud que tiene Santo Tomás en todas sus carreras, es única. Existe una coincidencia de intereses, de propósitos y de características muy complementarias que potencian la efectividad de nuestras iniciativas de Vinculación con el Medio. Esto incluye la formación, el desarrollo y la innovación, áreas que se potencian mutuamente”.

Por su parte, Álex Figueroa, Consejero y Secretario General de la Asociación Nacional de Cooperativas de Chile, enfatizó en la importancia de este convenio para la promoción del modelo empresarial cooperativo en el país: “Estamos muy contentos por este convenio, porque está dentro de nuestro plan de trabajo como Asociación abrirnos a instituciones educacionales. Ya hemos hecho diferentes convenios con otras universidades en diferentes partes del país, porque queremos también descentralizar, y ayudar a formar profesionales que se interesen por el modelo empresarial cooperativo, que en los últimos años ha ido demostrando que es un modelo exitoso”.

Sobre el impacto de esta colaboración en la formación, Juan Carlos Erdozáin, Vicerrector Académico del IP-CFT Santo Tomás, manifestó que se busca entregar a los estudiantes conocimientos sólidos sobre el modelo empresarial cooperativo: “Esto significa que todos tendrán la oportunidad de abordar y trabajar estas temáticas durante su formación. Más allá de la formación específica, queremos que nuestros alumnos tengan la capacidad de seguir desarrollando estas competencias. Esto les permitirá crear sus propias empresas, asociarse y contribuir a solucionar la desarticulación que existe en los mercados y sistemas”.

Compromisos clave del convenio

Uno de los pilares fundamentales de este convenio es la formación en cooperativismo, que se traducirá en la incorporación de certificaciones laborales en las carreras del Área de Recursos Naturales del IP Santo Tomás. Estas certificaciones permitirán a técnicos e ingenieros preparados sumarse al fomento y trabajo en cooperativas, impulsando así el desarrollo sostenible de las comunidades y promoviendo la inclusión y el empoderamiento económico.

 

Paola Ulloa, Directora Nacional del Área de Recursos Naturales del IP-CFT Santo Tomás, destacó la importancia de este convenio como “un hito significativo en el camino hacia el fortalecimiento del emprendimiento y la innovación, resaltando que el acuerdo no solo es un documento formal, sino el comienzo de una asociación basada en valores compartidos y objetivos mutuos”.

Asimismo, el convenio se compromete a impulsar la vinculación con proyectos que generen un impacto positivo en las comunidades. Desde iniciativas prioritarias para el desarrollo hasta el apoyo directo a postulaciones a proyectos de innovación, esta colaboración busca maximizar el potencial de ambas instituciones para contribuir al desarrollo social y económico en los territorios.

La rumpa, el desconocido fruto endémico del norte de Chile que se comercializa en productos gourmet

La rumpa, el desconocido fruto endémico del norte de Chile que se comercializa en productos gourmet

La cooperativa Rumpacoop, que reúne comunidades agrícolas de la Provincia de Limarí, trabaja en la elaboración de alimentos con este fruto del copao que de a poco se ha ido ganando su espacio en la escena gastronómica chilena.

En los cactus de los áridos suelos de la Región de Coquimbo crece un fruto endémico desconocido para muchos, pero que tiene una especial relevancia para el desarrollo de los campesinos del norte de Chile.

Se trata de la rumpa, una fruta albergada en el copao que de a poco se ha ido ganando su espacio en la escena gastronómica chilena. 

Y es que si bien antiguamente esta fruta se usaba para el lavado de pelo o para el consumo de animales de secano, un grupo de agricultores de la Provincia de Limarí utilizan la rumpa para hacer pulpas, mermeladas y jugos que se ofrecen a distintos mercados, donde también se sirve como cóctel en bares y restaurantes, incluso como productos de repostería.

La rumpa tiene un sabor ácido y una forma redonda de piel color verde o rosada; tiene hasta la misma cantidad de potasio que un plátano y es igual de hidratante que un coco. Además, es una fuente natural de vitamina C bajo en calorías y que contiene compuestos antioxidantes con capacidad antiinflamatoria.

Pero esas no son sus únicas características. Porque una de las bondades de la rumpa es que el copao la produce en condiciones de extrema sequía y con la particularidad de presentar alto contenido en agua.

Por esa razón, su cosecha, que se realiza entre diciembre y febrero, es vital cuando los campesinos enfrentan tiempos de escasez hídrica. Y en ese escenario, una de las organizaciones que trabaja con la rumpa es la cooperativa Rumpacoop.

Rumpacoop

La cooperativa  está compuesta por 24 socios que son parte de las comunidades agrícolas de la Provincia del Limarí.

Este grupo de personas trabaja en la elaboración de alimentos en base a este fruto del copao, donde fueron capacitados por el Instituto de Investigaciones Agropecuarias (INIA), la principal institución de investigación agropecuaria de Chile que busca contribuir al desarrollo de pequeños productores.

Asimismo, esta entidad, dependiente del Ministerio de Agricultura, los orientó comercialmente para ingresar a diferentes mercados con un producto gourmet, lo que les permite generar ingresos complementarios y por esta vía mejorar la calidad de vida de las familias campesinas.

De hecho, el INIA indica en su sitio web que así como la rumpa, en el país existe “una gran variedad de productos que están en manos de la agricultura familiar campesina, que poseen atributos especiales y cuya diferenciación y valorización en el mercado podría contribuir al progreso de las comunidades”.

Luis Gallardo, gerente general de Rumpacoop, señala que uno de sus principales objetivos es “poder incrementar nuestros ingresos. La mayoría de los socios son pequeños agricultores que con la sequía nos vemos totalmente afectados, por lo que esto nos permite trabajar con la fruta y darle un valor agregado”.

Gallardo recuerda que entre el grupo de campesinos analizaron distintos tipos de organización. Finalmente decidieron asociarse como cooperativas, “porque era el mejor sistema para nuestro emprendimiento”.

En ese punto concuerda la socia Carmen Vega. “Si uno trabaja solo, es difícil que se logren las cosas rápidamente. En cambio, cuando estás en un grupo se consolida más tu trabajo y se fortalecen las relaciones. Una cooperativa sirve para unirse en un fin común”.

Los actuales productos de Rumpacoop incluyen mermeladas, néctares, bebidas isotónicas y pulpa congelada. Se comercializan en hoteles, restaurantes y también en las tiendas Mundo Rural del Indap. El próximo desafío es ampliar el negocio hacia la región Metropolitana.

*Rumpacoop es socia de la Confederación Nacional de Cooperativas Campesinas, CAMPOCOOP.

Crédito de imagen de portada: Instituto de Investigaciones Agropecuarias (INIA)

Fuente: EMOL