El desafío y las dificultades para abastecer de electricidad a las familias rurales de Chile

El desafío y las dificultades para abastecer de electricidad a las familias rurales de Chile

Casi 30 mil hogares en Chile no tienen luz en su hogares o cuentan con suministro parcial. Para cambiar esta realidad, la Cooperativa Rural Eléctrica Río Bueno (Cooprel) es una de las organizaciones que abastece de electricidad a comunas rurales.

En el sector de La Poza, a diez kilómetros de La Unión (Región de los Ríos), vive Ernesto Montero (72), un agricultor que en su pequeña parcela tiene una lechería.

Lleva más de cuarenta años viviendo en ese sector, al que llegó tras recibir del Estado un terreno para trabajarlo junto a su familia.

Son buenos momentos para su producción lechera en su campo, que bautizó con el nombre “El Campeón”, y que hace poco instaló un pozo profundo para aprovechar la abundante agua subterránea del sector. Mucho mejor que aquellos años en que La Poza, por ser un lugar aislado y sin accesos, no tenía electricidad para sus habitantes.

Ernesto vivió diez años de esa forma: “No teníamos luz, y en vez de eso no las arreglábamos con velas y posteriormente con baterías, las que de vez en cuando llevábamos a La Unión a cargarlas para unos cuántos días más. Tengo muy presente esos recuerdos”.

Si bien esto pasó hace décadas, todavía esa es la realidad de muchas zonas rurales. Según el Mapa de Vulnerabilidad Energética realizado por el Ministerio de Energía, hay 24.556 familias no tienen electricidad en Chile y 5.085 solo con suministro parcial. Es decir, carecen de energía eléctrica para realizar cosas cotidianas como encender una lámpara, lavar ropa, cargar el celular o prender la televisión.

Es un panorama apremiante que afecta las actividades tanto domésticas como productivas de lugares muy aislados y de difícil acceso. En ese contexto, hay una cooperativa del sur de Chile que busca cambiar esta realidad.

Cooprel

La Cooperativa Rural Eléctrica Río Bueno (Cooprel) es una de las organizaciones que abastece de electricidad a comunas rurales.

En la actualidad, suministra energía eléctrica a las comunas de La Unión, Río Bueno y Lago Ranco en la provincia del Ranco, y un sector de la comuna de San Pablo en la provincia de Osorno. En su conjunto posee más de 1.700 km entre líneas de Media y Baja Tensión, sirviendo a más de siete mil clientes, de los cuales 3.283 son socios.

Cooprel nació en 1948, luego de que un grupo de agricultores decidió unirse por la necesidad de contar con un servicio de energía eléctrica, ya que buscarlo de manera individual era inalcanzable.

Hace más de 30 años que Cooprel participa en los proyectos del Fondo Nacional de Desarrollo Regionaldonde reciben recursos de la Intendencia Regional para electrificar sectores de bajos recursos y en zonas aisladas.

Pero abastecer de electricidad a sectores rurales tiene más dificultades en comparación a zonas urbanas. Y las diferencias, señala Oyarzún, son muchas: aislamiento y difícil acceso a la red, condiciones adversas, geografía de difícil recorrido, grandes distancias, baja densidad y dispersión de usuarios. “Mientras la cooperativa tiene 4,5 clientes por km de línea y 2,1 clientes por transformador, empresas de ciudades tienen alrededor de 120 clientes por cada km de línea”, agrega.

Esta diferencia ha hecho que tanto la cooperativa como otras organizaciones pidan a las autoridades tener estándares distintos. “Las condiciones para distribuir energía eléctrica a los hogares rurales requieren de exigencias distintas. Eso es un problema, porque al trasladarnos de un sector a otro podemos demorar hasta dos horas para atender a un cliente. Es necesario que los modelos regulatorios y tarifarios reconozcan estas dificultades”, dice el representante de Cooprel.

Sin embargo, y considerando que las características de ruralidad involucran una mayor dificultad en su operación, Cooprel mantiene un alto nivel de servicio y alcanzó el 16° lugar a nivel nacional en el ranking de Calidad de Servicio, elaborado por la Superintendencia de Electricidad y Combustibles a las más de treinta empresas distribuidoras de energía eléctrica del país.

Clave en el desarrollo

Asimismo, que llegue electricidad al campo no solo ha permitido que las familias puedan mejorar su calidad de vida, sino que también muchos habitantes han podido aumentar su producción agrícola, generar nuevos polos de desarrollo y permitir que mejoren los servicios educativos y de conectividad.

En ese sentido, desde Cooprel señalan que para las zonas rurales “no contar con el suministro eléctrico que históricamente les han brindado las cooperativas eléctricas, les hubiera significado un impacto social y económico catastrófico, ya que sólo se habrían podido desarrollar actividades de subsistencia”.

Gracias a ese apoyo, habitantes de sectores como La Poza, que es abastecido por la cooperativa, mejoraron su forma de vivir y trabajar. Y ese es el caso de Ernesto Montero: “Una de las peleas era obtener luz eléctrica y esta cooperativa fue la única empresa que se interesó en electrificar el sector. Desde ahí nos ha cambiado la vida”, concluye.

Fuente: EMOL

Conoce la comunidad mapuche que realiza turismo en “el lago de las aguas más limpias de Chile”

Conoce la comunidad mapuche que realiza turismo en “el lago de las aguas más limpias de Chile”

El lago Lleu Lleu (Región del Biobío) es uno de los grandes atractivos que ofrece el sur de Chile, y para potenciarlo como destino turístico y poner en valor la cultura mapuche, la Cooperativa Aukinko Leubu realiza turismo vivencial con las comunidades de la zona.

Un estudio técnico de la Dirección General de Aguas (DGA) examinó el agua de todos los cuerpos lacustres de Chile. Y mediante distintos análisis de laboratorio, el resultado dice que el lago Lleu Lleu de la provincia de Arauco (Región del Biobío) tiene las aguas más limpias de todo el territorio.

Pero este sello característico del Lleu Lleu -cuyo nombre en mapudungun significa derretirse o desmoronarse– tiene otra cualidad más, porque es el único lago en el país que es protegido por las comunidades mapuches.

Históricamente las familias se han dedicado a cuidar este lugar ubicado en plena cordillera de Nahuelbuta. Y tienen sus reglas acorde a sus tradiciones: por ejemplo, se debe realizar una ceremonia para pedir permiso al lago antes de navegar en él, y está prohibido el ingreso de embarcaciones con motor.

El lago es uno de los grandes atractivos que ofrece el sur de Chile, y para potenciarlo como destino turístico y poner en valor la cultura mapuche, allí se encuentra Aukinko Leubu, una cooperativa de trabajo dedicada a realizar turismo vivencial en las riberas del Lleu Lleu.

Aukinko Leubu

Aukinko Leubu nació en 2008 con tres familias y en la actualidad son más de 30. Buscan que los visitantes puedan conocer en profundidad cómo vive esta comunidad mapuche del Siglo XXI con una serie de circuitos turísticos.

Esto consiste en una inmersión en territorio mapuche donde los visitantes participan en las actividades diarias de las comunidades incluyendo visitar a la Machi de la zona. Asimismo, otras alternativas son la navegación en bote o kayak por el lago, cabalgata, artesanía en cestería y un baño en tinajas con yerbas medicinales, donde un guía relata la cosmovisión mapuche.

Neftalí Nahuelqueo, gerente de Aukinko Leubu, dice que su particularidad es que los turistas “valoran que no ambientamos el lugar y que mostramos lo que hacen las comunidades mapuches de la actualidad, quienes no cambiaron su rutina por el turismo, sino que invitan a los visitantes a participar en sus actividades”.

Esta interacción con el medio ambiente y la comunidad no solo ha llamado la atención de los visitantes chilenos, sino que también en el extranjero. Es el caso de Francia, donde Aukinko Leubu, con el apoyo del proyecto Arauko Ties, tiene convenios con dos agencias para recibir turistas de ese país.

Cooperativa para todos

Neftalí Nahuelqueo señala que antes cada habitante trabajaba por su cuenta con el turista. Pero cuando decidieron unirse en Aukinko Leubu, cada socio aumentó sus ventas entre un 30 o 40%. “Estamos en una economía horizontal. Las utilidades se reparten de forma igual entre la persona que tiene la pequeña huerta y el que tiene las cabañas. De esta manera englobamos a todos los que viven en el sector”, indica.

En el caso de Luis Quintana, que ofrece estadía en su cabaña a la orilla del lago, la cooperativa permitió que aumentara la difusión de este destino turístico a través de redes sociales y aplicaciones como Booking y Airbnb.

“Ha sido una ventaja unirse porque las ventas subieron y se ha logrado romper la estacionalidad, puesto que antes teníamos arriendos solo en verano, y con la cooperativa se ha podido trabajar más en equipo logrando tener turistas casi todos los fines de semana”, dice Quintana.

Por su parte, Florentina Viluñir, que tiene dos cabañas en el sector, dice: “tratamos de entregar un buen servicio al visitante y de forma asociativa. La idea de organizarnos fue entregar un servicio completo y complementario, donde lo que yo no tengo lo puede ofrecer el otro”.

Los siete circuitos turísticos de Aukinko Leubu

Circuito Inmersión Mapuche: Los visitantes se interiorizan en la comunidad mapuche del Lago Lleu Lleu. Son actividades como  desayuno con productos locales, navegación en bote o kayak, cabalgata y artesanía en cestería. Todo incluye traslado, alojamiento, comidas, tinaja y visita a Machi.

Circuito Rural: El recorrido comienza temprano con la ordeña de la vaca y una muestra de producción de quesos. Hay un almuerzo en el Valle Encantado y después se conoce el Salto Tesoro, trayecto donde se cruza el río en carreta o caballo.

Circuito Sensaciones: Se empieza con un paseo en bote por el lago Lleu Lleu. Después viene un almuerzo campestre con productos de la zona. El día finaliza con un baño en una tinaja caliente en medio del bosque. Se incluye bote con guía, almuerzo, tinaja caliente y traslado desde la plaza de Contulmo.

Circuito Ancestral: Se visita a las artesanas de Ñocha para aprender la técnica de tejido ancestral. Sigue un trekking y paseo en carreta hasta el cerro Tren-Tren Winkul que incluye almuerzo. Se termina con un paseo en bote.

Circuito Místico: Traslado de un bote en bueyes para después navegar en el lago Lleu Lleu y almorzar a sus orillas. Finaliza con pesca en lugares ancestrales y descanso en playas privadas. Incluye almuerzo, bote con guía y traslado desde Contulmo.

Circuito Vivivacor: Es en un trekking en el Parque Nativo La Esperanza. Luego hay una demostración del cultivo de frutilla blanca, fresón y el arándano. Se termina con un momento de relajo en una tinaja caliente. Incluye almuerzo, traslado desde Contulmo y tinaja caliente.

Circuito Lafken: Comienza a las once de la mañana con pesca artesanal en las orillas del mar. Después viene un almuerzo en una ruka al borde del lago Lleu Lleu en el sector rural El Malo. Finaliza con una ceremonia ancestral y charla sobre la cosmovisión mapuche. Se incluye almuerzo, guía local, redes de pesca, mosquitera y snack artesanal.

Fuente: EMOL 

Frente a la adversidad del clima: El desafío de cultivar hortalizas en la zona más austral del mundo

Frente a la adversidad del clima: El desafío de cultivar hortalizas en la zona más austral del mundo

La Cooperativa Agrícola Campos de Hielo reúne a pequeños agricultores de Puerto Natales dedicados a la comercialización de sus hortalizas frescas. Diariamente se enfrentan a las bajas temperaturas, vientos constantes y suelos muy delgados. Pero las condiciones adversas permiten que se desarrolle una fruta y verdura mucho más aromática y sabrosa.

Debido a una serie de factores climáticos tan propios de la región de Magallanes, cultivar hortalizas y verduras frescas no solo es un enorme desafío para los pequeños agricultores de la zona, sino que además puede llegar a ser una tarea casi titánica.

Eso bien lo sabe Jaime Antecao, agricultor en la ciudad Puerto Natales, quien relata lo que diariamente enfrenta el rubro: “Aquí hay vientos casi todos los días, lo que afecta la producción porque hay una mayor evaporación y pérdida de agua; las bajas temperaturas pueden caer en cualquier época del año, lo que retrasa la producción; y por último, los suelos son muy delgados, entre 20 y 30 centímetros de profundidad, lo que provoca problemas de drenaje”.

Con todas estas complejidades, ¿por qué se sigue produciendo en la zona más austral del mundo? Antecao dice que el clima también trae una recompensa: Las condiciones adversas permiten que se desarrolle una fruta y verdura mucho más aromática y sabrosa.“Por ejemplo, la frutilla en el norte no es muy buena, pero aquí es sabrosa y dulce”, añade.

En ese punto concuerda Adelaida Vargas, otra agricultora de la zona. “Como magallánicos vemos que el producto es mejor al preguntárselo a la gente. Los consumidores han verificado que tiene mejor sabor por el cultivo que tiene, por su tiempo de maduración y los tipos de suelo que tenemos con una fertilización más sana. Hemos hecho esas preguntas cuando tratamos de vender el producto y nos han ratificado esto”.

Campos de Hielo

Precisamente, las personas que cultivan hortalizas son parte de la Cooperativa Agrícola Campos de Hielo.Esta organización, creada en julio de 2013, reúne a los 17 pequeños agricultores de Puerto Natales dedicados a la comercialización de sus hortalizas frescas en los supermercados de la zona. El cultivo incluye zapallo italiano, pepino, frutilla, tomate cherry y zanahoria; además de cilantro, betarraga y repollo.

Campos de Hielo Recibió el apoyo de Indap y el Fondo de Innovación Agraria (FIA)

Cada agricultor tiene en promedio dos hectáreas y gracias a la instalación de invernaderos y mallas de cortavientos los socios han podido desarrollar el cultivo de hortalizas que tienen una mejor calidad con respecto a otras zonas del país.

Un sello diferenciador de Campos de Hielo es que la mayoría de sus socios son mujeres. Es el caso de la Adelaida Vargas, que es vicepresidenta de la cooperativa. “Somos la cara visible de la organización que participa en encuentros, seminarios, reuniones, pero detrás de uno está la familia y la idea es que tengamos hombres y mujeres participando”, señala.

Vargas explica que eligieron el modelo cooperativo porque “pensamos que era la mejor opción para un grupo de personas que tienen un fin común, que es la producción y comercialización de los productos que tenemos en la región”.

Llamando la atención

Jaime Antecao es el presidente de la organización, y cuenta que durante esta temporada vendieron 52 mil kilos, cifra que muestra un crecimiento desde que los productores decidieron formar la cooperativa.

“Habíamos estado pegados en los 35 mil kilos, pero logramos superarnos con una mayor planificación y porque mejoraron los compromisos de los socios. Tratamos de motivarlos y hacerlos entender que la cooperativa es una empresa de ellos y que pueden conseguir semillas de buena calidad, insumos que si no fueran socios no tendrían”, indica.

Y es que el producto que tienen en sus manos ha demostrado tener cualidades. De hecho, llamaron la atención de una conocida empresa holandesa que provee de semillas para la agricultura a gran escala. “Quedaron maravillados porque no creían que aquí se podían dar ciertos cultivos. Vieron lo que hacíamos y dijeron: ‘si se producen cultivos en la Patagonia, se pueden producir en cualquier parte del mundo’”, recuerda Antecao.

Por eso ahora los resultados están a la vista: “Antes decíamos que se sobrevivía de la agricultura, ahora hay muchos que viven de ella”, finaliza.

Fuente: EMOL

La rumpa, el desconocido fruto endémico del norte de Chile que se comercializa en productos gourmet

La rumpa, el desconocido fruto endémico del norte de Chile que se comercializa en productos gourmet

La cooperativa Rumpacoop, que reúne comunidades agrícolas de la Provincia de Limarí, trabaja en la elaboración de alimentos con este fruto del copao que de a poco se ha ido ganando su espacio en la escena gastronómica chilena.

En los cactus de los áridos suelos de la Región de Coquimbo crece un fruto endémico desconocido para muchos, pero que tiene una especial relevancia para el desarrollo de los campesinos del norte de Chile.

Se trata de la rumpa, una fruta albergada en el copao que de a poco se ha ido ganando su espacio en la escena gastronómica chilena. 

Y es que si bien antiguamente esta fruta se usaba para el lavado de pelo o para el consumo de animales de secano, un grupo de agricultores de la Provincia de Limarí utilizan la rumpa para hacer pulpas, mermeladas y jugos que se ofrecen a distintos mercados, donde también se sirve como cóctel en bares y restaurantes, incluso como productos de repostería.

La rumpa tiene un sabor ácido y una forma redonda de piel color verde o rosada; tiene hasta la misma cantidad de potasio que un plátano y es igual de hidratante que un coco. Además, es una fuente natural de vitamina C bajo en calorías y que contiene compuestos antioxidantes con capacidad antiinflamatoria.

Pero esas no son sus únicas características. Porque una de las bondades de la rumpa es que el copao la produce en condiciones de extrema sequía y con la particularidad de presentar alto contenido en agua.

Por esa razón, su cosecha, que se realiza entre diciembre y febrero, es vital cuando los campesinos enfrentan tiempos de escasez hídrica. Y en ese escenario, una de las organizaciones que trabaja con la rumpa es la cooperativa Rumpacoop.

Rumpacoop

La cooperativa  está compuesta por 24 socios que son parte de las comunidades agrícolas de la Provincia del Limarí.

Este grupo de personas trabaja en la elaboración de alimentos en base a este fruto del copao, donde fueron capacitados por el Instituto de Investigaciones Agropecuarias (INIA), la principal institución de investigación agropecuaria de Chile que busca contribuir al desarrollo de pequeños productores.

Asimismo, esta entidad, dependiente del Ministerio de Agricultura, los orientó comercialmente para ingresar a diferentes mercados con un producto gourmet, lo que les permite generar ingresos complementarios y por esta vía mejorar la calidad de vida de las familias campesinas.

De hecho, el INIA indica en su sitio web que así como la rumpa, en el país existe “una gran variedad de productos que están en manos de la agricultura familiar campesina, que poseen atributos especiales y cuya diferenciación y valorización en el mercado podría contribuir al progreso de las comunidades”.

Luis Gallardo, gerente general de Rumpacoop, señala que uno de sus principales objetivos es “poder incrementar nuestros ingresos. La mayoría de los socios son pequeños agricultores que con la sequía nos vemos totalmente afectados, por lo que esto nos permite trabajar con la fruta y darle un valor agregado”.

Gallardo recuerda que entre el grupo de campesinos analizaron distintos tipos de organización. Finalmente decidieron asociarse como cooperativas, “porque era el mejor sistema para nuestro emprendimiento”.

En ese punto concuerda la socia Carmen Vega. “Si uno trabaja solo, es difícil que se logren las cosas rápidamente. En cambio, cuando estás en un grupo se consolida más tu trabajo y se fortalecen las relaciones. Una cooperativa sirve para unirse en un fin común”.

Los actuales productos de Rumpacoop incluyen mermeladas, néctares, bebidas isotónicas y pulpa congelada. Se comercializan en hoteles, restaurantes y también en las tiendas Mundo Rural del Indap. El próximo desafío es ampliar el negocio hacia la región Metropolitana.

*Rumpacoop es socia de la Confederación Nacional de Cooperativas Campesinas, CAMPOCOOP.

Crédito de imagen de portada: Instituto de Investigaciones Agropecuarias (INIA)

Fuente: EMOL

Siria Jeldes participa de la celebración del Día Internacional de Cooperativas

Siria Jeldes participa de la celebración del Día Internacional de Cooperativas

Evento organizado por la División de Asociatividad del Ministerio de Economía el pasado viernes 5 de julio en Temuco en conmemoración del Día internacional de las Cooperativas, Siria Jeldes, presidenta de la Asociación Nacional de Cooperativas de Chile, destacó la presencia del cooperativismo a nivel nacional como también sus beneficios para las personas.

En primer lugar, Siria Jeldes señaló que las organizaciones socias de Cooperativas de Chile están presente en las 16 regiones del país y en las 348 comunas. “Somos importantes, estamos haciendo un aporte a Chile y nos sentimos muy orgullosos de eso. Sabemos también que tenemos muchas oportunidades que desarrollar”, dijo.

La celebración contó con la presencia cooperativas y asociaciones gremiales, además, Ignacio Guerrero, subsecretario de Economía y Empresas de Menor Tamaño, Eduardo Gárate, jefe de la división de asociatividad del Ministerio de Economía y los SEREMIS de ambas carteras, además, Antonio Walker, Ministro de Agricultura,  quien planteó el Plan Nacional de Asociatividad del MINAGRI, destacando la importancia de las cooperativas en el mundo agrícola.

 

Saber más: EMOL

Descargar Presentación

FENACOPEL se une a la Asociación de Cooperativas de Chile

FENACOPEL se une a la Asociación de Cooperativas de Chile

La Federación Nacional de Cooperativas Eléctricas, FENACOPEL, recientemente se unió a la Asociación Nacional de Cooperativas de Chile, transformándose así en la séptima organización en hacerse parte del gremio.

Jaime Ugarte, representante de FENACOPEL en el Consejo de Administración de la Asociación, señala que decidieron unirse a esta para hacer más grande el movimiento cooperativo en general, ya que personas y comunidades actuando asociadamente pueden encontrar mejores soluciones a sus diferentes problemáticas y realidades: “Entendemos que para eso hay que educar y transmitir que las cooperativas son una forma real de avanzar colectivamente, y al unirnos a Cooperativas de Chile queremos contribuir con nuestra experiencia en tener más y mejores cooperativas”.

Uno de los objetivos más relevantes que busca alcanzar FENACOPEL con esta incorporación radica visibilizar más a las cooperativas eléctricas, de modo que el público general se familiarice con sus características. “Las cooperativas eléctricas abastecen con electricidad a sectores aislados, de difícil acceso y de muy baja densidad de usuarios, donde otros actores no quisieron estar. Son de capitales 100% chilenos, no persiguen fines de lucro, no reparten remanentes, sino que se reinvierte el 100% para mejorar la calidad que se entrega a los usuarios”, explica el gerente de la federación. Añade que las cooperativas eléctricas contribuyen a la descentralización y a la economía regional, por cuanto toda la inversión queda en la zona donde están instaladas. “Históricamente, han tenido una muy baja rentabilidad y, sin embargo, entregan una buena calidad de servicio a sus usuarios, teniendo una cercanía con ellos”, señala Ugarte.

Proyectos futuros

En la actualidad, FENACOPEL representa a las siete cooperativas concesionarias de servicio público de distribución de electricidad que operan en el Sistema Interconectado Central del país, SIC. Estas cooperativas distribuyen electricidad en zonas rurales del centro y sur del país, teniendo tarifas y calidad de servicio regulados por la Ley General de Servicios Eléctricos.

Desde sus orígenes, FENACOPEL ha impulsado un apoyo directo a la gestión de sus cooperativas socias para representarlas tanto ante las autoridades del gobierno como frente el poder legislativo, para que efectivamente se logre comprender las particularidades de este tipo de cooperativas, que prestan un servicio esencial para el desarrollo del mundo rural. Ugarte añade que es justamente en este tipo de discusiones donde el apoyo de Cooperativas de Chile es fundamental, “ya que el modelo cooperativo debe visibilizarse como la mejor solución frente a las grandes empresas y donde su gran ventaja es la generación de desarrollo local”.

Asociación de Cooperativas celebra su Junta Anual

Asociación de Cooperativas celebra su Junta Anual

A un año de su constitución oficial como Asociación Nacional de Cooperativas de Chile, la organización celebró su Junta Anual el pasado 18 de junio en las oficinas de las Asociación, en la cual participaron los representantes de las diferentes organizaciones sectoriales que la conforman.

En la ocasión, la Presidenta de Cooperativas de Chile, Siria Jeldes, destacó el trabajo realizado durante el año, el que estuvo alineado con la misión de representar al sector cooperativo y el esfuerzo por visibilizar el aporte del cooperativismo al país. Esto se plasmó en la Memoria Anual 2018, en la que se da cuenta de las actividades desarrolladas durante dicho ejercicio por la Asociación para dar cumplimiento a estos objetivos.

Entre las diferentes acciones efectuadas en el período se destaca la realización de una pionera campaña comunicacional que buscó aportar a los esfuerzos por visibilizar el aporte del cooperativismo al país; la participación en distintas instancias públicas y privadas, como el Día Nacional e Internacional de las Cooperativas; y distintos seminarios, como el de Energías Renovables de la Confederación Alemana de Cooperativas, DGRV entre otras.

“Continuaremos avanzando con fuerza y comprometidos con los objetivos que nos hemos propuesto, demostrando que somos una expresión pura de colaboración y diversidad”, señaló Siria Jeldes, Presidenta de la Asociación.

Incorporación de FENACOPEL

La Junta Anual fue también la ocasión para darle la bienvenida a la Federación de Cooperativas Eléctricas, FENACOPEL, como nuevo socio de la Asociación. Esta federación se suma así al Foro Cooperativo, la Asociación Gremial de Cooperativas del Sur, las Cooperativas de Ahorro y Crédito A.G., COOPERA; la Confederación Nacional de Federaciones Cooperativas y Asociaciones Silvoagropecuarias de Chile, CAMPOCOOP; la Federación Chilena de Cooperativas de Ahorro y Crédito, FECRECOOP y la Federación Nacional de Cooperativas de Servicios Sanitarios, FESAN.
Cooperativas de Chile reúne a más de 1,45 millones de socios, con agrupaciones que representan a las más variadas actividades en cada una de las comunas del país. Algunos de sus desafíos son seguir visibilizando el aporte del cooperativismo en el país y acercarlo a las generaciones futuras, y generar instancias para promover el modelo cooperativo ante distintos actores.

Renacer Patrimonial, la agrupación encargada de limpiar las calles de Valparaíso

Renacer Patrimonial, la agrupación encargada de limpiar las calles de Valparaíso

Es la segunda ciudad más poblada del país. Es uno de los principales puertos del Océano Pacífico. Es sede del Congreso Nacional y la Unesco la declaró, en 2003, Patrimonio de la Humanidad. Esas son algunas de las principales características de Valparaíso, uno de los lugares más emblemáticos de Chile.

Sin embargo, la ciudad porteña ha tenido que lidiar con un problema que afecta su calidad y prestigio: la acumulación de basura.

Y es que más allá de limpiar las calles después de cada celebración de año nuevo -donde este 2019 recogieron alrededor de 90 toneladas de basura-, en el último tiempo la Municipalidad ha buscado, mediante distintas acciones, terminar con la incómoda etiqueta que arrastra Valparaíso de ser una “ciudad sucia”.

Aplicar medidas para mejorar la imagen de la capital de la V Región se hizo más urgente cuando la Seremi de Salud le exigió al municipio presentar su plan de manejo de basura. Y en ese contexto, una cooperativa asumió el desafío de mejorar la imagen de las calles y plazas de Valparaíso.

Renacer Patrimonial

La Cooperativa Renacer Patrimonial reúne a 88 socios que anteriormente eran empleados de la empresa que prestaba servicios de aseo a la Municipalidad de Valparaíso. Luego de que en 2017 el municipio prescindiera el contrato con esta compañía, sus ex trabajadores decidieron organizarse como cooperativa y participaron en la licitación para limpiar la ciudad.

Finalmente, la cooperativa se adjudicó la licitación, ya que cumplía con los requerimientos para garantizar un servicio continuo, un plan de capacitación y el bienestar de los trabajadores.

Además, destacaron que era la única que presentaba un modelo más justo, ya que al agruparse como cooperativa, donde cada socio también es el dueño, pudieron cambiar sus condiciones laborales e incrementar los salarios, considerando que antes ganaban menos del sueldo mínimo.

Misael Baeza, su presidente, recuerda lo importante que fue que se asociaran. “Nos dimos cuenta que al unirnos como cooperativa podíamos mejorar nuestra forma de trabajar. Fue un hito importante demostrar que sí se podía”, señala.

Los servicios de Renacer Patrimonial incluyen la mantención de áreas verdes, el aseo y limpieza de empresas e instituciones, servicios de hidrolavadora y de reciclaje, donde próximamente buscan adquirir un camión para juntar material que se pueda reciclar.

Pero no solo ofrecen estos servicios. También se preocupan de la calidad de vida de sus socios en distintos ámbitos. Por ejemplo, los ayudan en buscar alternativas para nivelar sus estudios, en la postulación a subsidios habitacionales y la opción de generar un ahorro por descuento de planilla; además de contar con convenios médicos de ortopedia, ópticas y tratamiento de odontología.

En el caso de la socia Arlette Meza, agruparse con sus colegas ha significado un cambio importante en su vida. “En un comienzo no sabía lo que era una cooperativa, y al ser parte de una de ella fue súper bueno para mí porque tenía los ideales que siempre había querido, que era la unión, trabajar como una familia y buscar el beneficio para todos”, dice.

Mientras que Misael Baeza complementa que “en esta cooperativa hay cariño y respeto y los socios se merecen lo mejor porque se sacan la cresta todos los días. Lo importante es que el trabajador esté contento, ya que son personas y no esclavos”.

Ya desde abril de 2018 que Renacer Patrimonial busca mantener la limpieza en Valparaíso. Sin embargo, Baeza indica que los habitantes son claves si se quiere borrar ese estigma de ser una “ciudad sucia”.

“Hay trabajadores que están limpiando y detrás hay otro tipo que está botando basura. Falta más respeto entre nosotros mismos, porque si bien ha mejorado la limpieza de las calles, no podemos hacer nada si la gente no ayuda”, dice.

Autor: Diego Almazabar, https://cooperativas.emol.com/

El ajo chilote, el tradicional alimento de la Isla de Chiloé que se luce en el extranjero

El ajo chilote, el tradicional alimento de la Isla de Chiloé que se luce en el extranjero

La Cooperativa Campesina Punta Chilen, constituida por 18 campesinos de la zona dedicada a la producción de pasta de ajo chilote, le ha sacado provecho a este alimento con una destacada participación en la Expo Milán.

La isla de Chiloé tiene muchas cualidades que lo hacen un destino único dentro del territorio de Chile. Pero este lugar también tiene un elemento característico que quizás muchos desconocían y que es muy relevante para sus habitantes.

Se trata del ajo chilote, alimento cuya mayor producción nacional se concentra en la isla y que es el segundo cultivo en tradición después de la papa. Es el más grande de su tipo y en otros países se conoce como “ajo elefante”, cuyo sabor es mucho más suave y que uno de sus beneficios es ser un poderoso antioxidante, que incluso los chilotes usan para prevenir el resfrío.

En la comuna de Ancud, hay una cooperativa que le ha sacado provecho a este alimento y logrando que se destaque a nivel internacional. Es la Cooperativa Campesina Punta Chilen, agrupación constituida por 18 campesinos de la zona dedicada principalmente a la producción de pasta de ajo chilote.

Andrea Curumilla, su presidenta, señala que la cooperativa se creó hace 22 años y que en un comienzo su objetivo era mejorar los ingresos familiares de cada miembro. “Al principio la idea era solo vender ajo con el valor agregado de que incluye ser entregado con unas mallas con una etiqueta que dijera que era producido en Chiloé”, dice.

Sin embargo, el crecimiento fue tal que ahora lograron posicionarse en mercados más grandes. “Algo que en su tiempo era impensable, porque nosotros como campesinos no teníamos conocimiento de mercado”, añade.

El hito que catapultó a la cooperativa fue cuando a fines de los noventa participaron en la exposición Mundo Rural que organizó el Indap en Santiago. En esa oportunidad, la pasta de ajo se agotó al segundo día. Con esa confianza ganada, recibieron ayuda de distintos profesionales y desde el 2001 al 2010 estuvieron en una etapa de mejoramiento para entregar un producto de alta calidad.

Durante este tiempo recibieron el apoyo de Pro Chile, que les financió varias misiones de comercialización en el extranjero, donde estuvieron en Nueva York visitando distintas ferias. “Volvimos con una maleta llena de productos para copiar y ver los diseños y formatos para crear en base a eso”, indica Curumilla. También fueron asesorados por el Fondo de Innovación Agraria.

Después, el punto más alto en la trayectoria de esta cooperativa ocurrió en 2015 cuando participaron, mediante una invitación del Ministerio de Agricultura, en la Expo Milán. “Estuvimos presente durante los seis meses que duró la exposición y nuestro producto fue uno de los más vendidos dentro del pabellón de Chile. Es un premio al trabajo que hemos hecho porque no ha sido fácil”, destaca la representante de Punta Chilen.

“Hoy, vendemos en el mercado europeo, con exportaciones que hacemos anualmente a Bélgica y tenemos una familia de productos. Antes teníamos solo pasta de ajo, ahora tenemos siete variedades de esta y snacks saludables”, agrega.

Con impacto positivo

Andrea Curumilla cuenta que todos los socios viven en un radio de cuatro kilómetros. Las ganancias se reparten entre cada uno ellos. “Tenemos un sistema solidario y todos se ven beneficiados. Aquí se generan otro tipo de relaciones y esa es una de las ventajas de las cooperativas: tú te puedes educar y adquirir otro tipo de conocimientos y poder compartir con tus vecinos”.

La presidenta de Cooperativa Punta Chilen dice que un valor agregado de esta organización y es que tienen “un impacto positivo en comparación a otra industrias instaladas en la isla. Además, producimos productos agro-ecológicos, es decir, en armonía con el medio ambiente donde no utilizamos herbicidas, pesticidas, ni fertilizantes sintéticos”.

Quizás por eso cada logro de este grupo de agricultores se vive de manera especial. “Imagínate, somos una cooperativa emplazada en una isla al sur de Chile, de difícil acceso, donde ni siquiera estamos en una ciudad. No tenemos todas las condiciones con respecto a otros emprendimientos y tampoco nos podemos comparar con empresas grandes. Pero sí hemos logrado cosas importantes”, finaliza Curumilla.

 

 

Autor: Diego Almazabar, https://cooperativas.emol.com/

El esencial apoyo que brinda una cooperativa a los productores de leche de la Región Metropolitana

El esencial apoyo que brinda una cooperativa a los productores de leche de la Región Metropolitana

La mayoría de los productores de leche del país, el primer eslabón de la cadena láctea, tienen la siguiente rutina para obtener la leche:

El trabajo empieza alrededor de las cinco de la mañana en la sala de ordeño. Primero, acorde a las reglas de salubridad, el lugar se limpia por completo,  y una vez todo listo llegan las vacas, las que son ordeñadas para obtener la mayor cantidad de leche posible. Es un proceso que se repite varias veces durante la jornada y hasta la madrugada del otro día.

Luis Infante, cuyo terreno se encuentra en la comuna de Peñaflor, dice que la ordeña se debe hacer todos los días del año. “Aquí no existen los feriados, a las vacas hay que ordeñarlas, hay que darles de comer y cuidarlas. Es un negocio que está todo el tiempo funcionando”.

Juan Carlos Prieto

Por su parte, Juan Carlos Prieto, productor de la comuna de Talagante,  dice que “las vacas funcionan las 24 horas del día”. Después revisa una planilla en su escritorio y dice: “En mi terreno hoy se están ordeñando 530 vacas”.

Ambos coinciden que no son los mejores momentos del rubro, principalmente porque en el último tiempo han tenido que lidiar con los bajos precios que paga la industria. Pero Juan Carlos  y Luis enfrentan, además, otra dificultad: en la Región Metropolitana, el desarrollo del sector disminuye cada año.

“En las últimas décadas los productores de leche pasaron de 500 a no ser más de 50 en la Región Metropolitana”, dice Mario Mirosevic, gerente general de la Cooperativa Agrícola Lechera de Santiago (Cals).

Una de las principales razones se debe a la expansión urbana que experimentó la región hacia zonas rurales, como es el caso de Peñaflor y Talagante. Mirosevic cuenta que esto hizo más irregular el desempeño del negocio de la leche. “En muchos casos los productores tenían la tentación de vender sus terrenos para espacios habitacionales. Además las exigencias sanitarias y restricciones fueron tan grandes que empezaron a desaparecer”.

Bajo ese contexto, dice que los que trabajan aquí están en desventaja en comparación a los productores de regiones del sur de Chile. “Ahí puedes tener 100 hectáreas de terreno para el pastoreo de las vacas, donde llueve mucho y sale pasto. En cambio, en la Región Metropolitana no se puede, los campos son más pequeños y tienen que tener a lo menos 300 vacas, porque de lo contrario el negocio no funciona”, sostiene.

Cals juega un papel importante

La Cooperativa Agrícola Lechera de Santiago (Cals) ha jugado un rol fundamental desde hace más de ochenta años en el desarrollo de los productores de la zona.

Esta cooperativa fundada en 1935 tiene 100 socios, de los cuales 35 son productores de leche y el resto de los cooperados se dedican a otras actividades del agro. Tiene 30 locales desde Arica hasta Frutillar, donde vende insumos agrícolas y del cual el remanente se reparte entre sus cooperados.

Los servicios que entrega la organización incluye insumos como fertilizantes, semillas, fármacos, ayuda veterinaria, maquinaria, artículos de riego, créditos blandos para su desarrollo, capacitaciones, asesoría tributaría e incluso seguros oncológicos.

“Yo no sería productor de leche si no estuviera la Cooperativa”, dice Luis Infante. “Este no es un rubro fácil, y gracias a los servicios que prestan se forma un grupo entorno a las lecherías que sirve para que uno se vaya retroalimentando. Cada vez somos menos, y eso se canaliza a un grupo de gente que tenemos necesidades comunes”.

Luis Infante

En ese sentido, Cals participa activamente en la negociación de los contratos que firman los cooperados con las principales empresas procesadoras. “Evidentemente que para ellos es fundamental el funcionamiento de la Cooperativa. Hay productores que son relativamente pequeños y otros que son más grandes. Esa combinación es muy importante, porque cuando se negocia la leche, el precio es para todos”, rescata Mirosevic.

De esta manera, Juan Carlos Prieto sostiene que la cooperativa les permite paliar los inconvenientes de seguir trabajando en una zona que no es tan lechera como el sur. “Los servicios que necesitamos la obtenemos gracias a Cals. Nos dan un sinnúmero de ventajas necesarias para funcionar, porque si no los costos serían muy altos, y la gestión sería más complicada”, destaca.

Asimismo, Prieto valora que el cooperativismo aporte al crecimiento del sector en la Región Metropolitana. “Ojalá que siempre se respete el espíritu cooperativo y de ayuda. Nos preocupamos que a cada productor se le dé las mejores condiciones sin importar su tamaño, y eso es muy importante. Todos valemos lo mismo”, dice Juan Carlos.

La Cooperativa Agrícola Lechera de Santiago es socia del Foro Cooperativo.

Autor: Diego Almazabar, https://cooperativas.emol.com/