Coopeuch es reconocida entre sus socios por su rol social

Coopeuch es reconocida entre sus socios por su rol social

Por cuarto año consecutivo, la institución financiera cooperativa, Coopeuch, obtuvo el primer lugar en la categoría “Instituciones financieras de ahorro y crédito” del premio Procalidad 2019.  Este importante galardón fue entregado por sus propios socios, quienes valoran la experiencia de servicio que se les brinda en cada uno de los puntos de contacto de la cooperativa, reflejando el propósito que inspira a Coopeuch que es ayudar a generarles mayor bienestar.

Al respecto, su gerente general, Rodrigo Silva, sostuvo que “recibir este premio demuestra la atención y servicio cercano que entregamos a nuestros socios en cada rincón del país, inspirados en nuestro propósito que es mejorar la calidad de vida de cada uno de ellos y sus familias”.

Los colaboradores de la cooperativa celebraron este reconocimiento, demostrando lo importante que es entregar una atención de excelencia a los socios, contribuyendo a mejorar su calidad de vida.

El Premio Nacional de Satisfacción de Clientes ProCalidad es una iniciativa impulsada por la consultora Praxis Customer Engagement y la Universidad Adolfo Ibáñez desde 2001. Mediante un análisis comparado de distintas industrias, sectores y empresas, generan un Índice Nacional de Satisfacción de Clientes (INSC), que permite conocer la opinión de los clientes respecto a su relación con las grandes marcas en Chile.

Sobre Coopeuch
Coopeuch cuenta con la confianza de cerca de 800 mil socios de los cuales 74% vive en regiones.  La institución ha trabajado por promover el ahorro entre sus asociados y la comunidad en general, siendo el segundo actor con mayor número de cuentas de ahorro a nivel nacional.

Se ha destacado por fomentar el bienestar de sus asociados con beneficios educacionales y culturales bajo un modelo cercano e inclusivo:  en los últimos dos años, ha entregado cerca de 9 mil bonos y becas de educación superior a sus socios e hijos de ellos.

Más de 400 mil personas han asistido a las actividades culturales gratuitas que Coopeuch ha desarrollado en todo el país.

Colmenas, abejas y miel: Conoce más sobre el desarrollo de la apicultura en Chile

Colmenas, abejas y miel: Conoce más sobre el desarrollo de la apicultura en Chile

Las abejas tienen un rol importante para el planeta por su función en la polinización de las plantas y en el desarrollo de distintos cultivos agrícolas. Sin embargo, su población se ha reducido considerablemente en los últimos años. Para su protección, la apicultura, actividad dedicada a la crianza de las abejas, es clave y en Chile una de las organizaciones más destacadas es la Cooperativa Apicoop.

Las abejas tienen un rol importante para el planeta, pues ellas cumplen la función de polinizar las plantas, que es uno de los procesos de la naturaleza más importantes del ecosistema, y son claves en el desarrollo de distintos cultivos agrícolas. Además, producen la miel a partir del néctar de las flores.Pero estos insectos ahora son afectados por una crisis global, y por consecuencia de la destrucción de los hábitats naturales, la contaminación por agroquímicos en el sector agrícola y el cambio climático, su población se ha reducido considerablemente en los últimos años.

Para su protección, es fundamental el desarrollo de la apicultura, la actividad dedicada a la crianza de las abejas y sus colmenas, con el objetivo de obtener los productos que sean capaces de elaborar.

En Chile, una de las organizaciones destacadas en esta materia es la Cooperativa Campesina Apícola Valdivia (Apicoop). Y  su gerente general, Juan Eduardo Henríquez, asegura: “sin abejas, y al ritmo que vamos contaminando nuestro planeta, nuestra sobrevivencia se encuentra en cuestionamiento. El principal rubro de la apicultura no es la producción de miel, sino que es la polinización, de manera que hoy todos los esfuerzos que se hagan por fortalecer la apicultura tendrán un impacto importante”.

Apicoop

Apicoop se fundó en 1997. Se ubica en la ciudad de Paillaco (Región de Los Ríos) y la componen alrededor de 200 pequeños y medianos productores apícolas distribuidos en la región de O’Higgins y la región de Los Lagos.

Dentro de las cualidades de Apicoop es que es una de las impulsoras del Comercio Justo en Chile y cuenta con dos certificaciones internacionales, Fairtrade Labelling Organizations (FLO) y Global Gap. Tal como su nombre lo indica, esta práctica implica pagar un precio “justo” a los productores por los bienes que producen. Además se promueve el cuidado del medio ambiente y el respeto y no explotación de los trabajadores.

Es por eso que Juan Eduardo Henríquez cuenta que dentro de sus objetivos está el próximo desarrollo de la apicultura y que busca además “mejorar la calidad de vida de sus asociados a través de la comercialización de su producción de miel”. Asimismo, cuentan con una serie de servicios para los socios que incluyen asistencia técnica, abastecimiento de medicamentos, material agrícola y análisis de laboratorio.

Productores de miel

El representante de la Apicoop destaca que a nivel nacional son uno de los mayores productores de miel y que anualmente acopian unas 1.200 toneladas. De hecho, según el Servicios Nacional de Aduanas, para el 2018 fueron el principal exportador del miel del país.

Si bien las cifras son alentadoras, los apicultores tienen que saber convivir con años irregulares, ya que si en 2018 el volumen de producción a nivel nacional fue abundante, este 2019 enfrentan su peor temporada en cuatro décadas. “En nuestro trabajo hemos visto que un año puede ser muy bueno y el otro que es para morirse. Aunque efectivamente hay un tema climático que es preocupante”, dice.

En ese sentido, para que las familias dedicadas a la apicultura se abran a nuevos mercados, Henríquez dice que es fundamental que se genere una asociatividad entre el sector público y privado. “El privado es el pequeño productor y el público son instancias como Corfo, Indap, Sercotec, ProChile. Por eso, el 70% de nuestros socios son usuarios de estas entidades”, asevera.

Pero para que el futuro de la apicultura sea más rentable, el gerente asegura que hay “que salir de esa suerte de subdesarrollo del rubro, que está dado por un desconocimiento del mercado, de los costos de producción, falta de tecnología y de acceso a la información de investigación. Si como país somos capaces de alinear estas cosas, el rubro puede tener otra rentabilidad”.

Fuente: EMOL
“La Valparaíso” y “La Esmeralda”: Los antecedentes de las primeras cooperativas creadas en Chile

“La Valparaíso” y “La Esmeralda”: Los antecedentes de las primeras cooperativas creadas en Chile

La Cooperativa de Ahorro y Crédito Somnaval llevó a cabo una investigación para saber cuál había sido la primera organización creada bajo los conceptos principales del cooperativismo. Constataron que en 1887 las dos pioneras organizaciones crearon una sastrería para vestir de manera elegante a sus socios.

Según las estadísticas del Ministerio de Economía, a diciembre de 2017 hay más de 3.302 cooperativas vigentes en las 16 regiones del país, con más de un millón 800 socios.

Estas cifras de alguna manera evidencian el impacto del cooperativismo, donde la economía asociativa cuenta con una larga historia en que distintas agrupaciones han mejorado la calidad de vida de las comunidades.

Pero ¿cuáles son las primeras organizaciones en Chile que se crearon inspiradas en los principios del modelo cooperativo? Conoce los antecedentes de las dos organizaciones pioneras en impulsar el cooperativismo.

Pioneras en Chile

La Cooperativa de Ahorro y Crédito Somnaval llevó a cabo, mediante su Comité de Educación, una investigación para saber cuál había sido la primera organización creada bajo los conceptos principales del cooperativismo. Para su sorpresa, constataron que en 1887, en Valparaíso, se habían creado dos: “La Valparaíso” y “La Esmeralda”.

En la indagación de Somnaval se pudo constatar, al revisar los Diarios Oficiales y el Código del Comercio de la época, los orígenes de ambas compañías, que en ese entonces nacieron bajo la figura de sociedad comercial.

El estudio también señala que todavía existe la controversia sobre qué organización fue la primera en constituirse ese año, ya que si bien “La Valparaíso” comenzó con la idea y los trámites para la aprobación de los estatutos, fue “La Esmeralda” la que obtuvo primero el decreto que la declaró legalmente como sociedad comercial. Asimismo, no se pudo comprobar si se emitió el decreto que autorizaba la instalación legal de “La Valparaíso”.

Sin embargo, para hacerle justicia a ambas, la investigación concluye que “debería considerarse para la historia del cooperativismo en Chile que en el año 1887 probablemente se formaron las dos primeras cooperativas que dieron el inicio al movimiento en el país”.

“La Valparaíso”

A comienzos de 1887, señala el informe, en Chile existía una preocupación por el aumento de casos febriles en la población “debido a una epidemia de cólera desatada en Paraguay y parte norte de Argentina”, por lo que se emitieron Decretos Sanitarios para enfrentar la emergencia e incluso “se instaba a las señoras de bien a constituir una sociedad de socorros mutuos para atender a los niños huérfanos del cólera”.

En ese contexto, el 6 de enero, El Mercurio de Valparaíso publicó un artículo sobre el primer movimiento cooperativo en Chile titulado “Sociedad cooperativa de consumos”.

En el escrito, indican que “varios jóvenes de este puerto (Valparaíso) han realizado una idea que en países más adelantados que el nuestro ha dado esplendidos resultados y que desearíamos ver implementada cuanto antes por las clases obreras. Nos referimos a la formación de una sociedad anónima en que los accionistas serán los mismos consumidores y obtendrán, por consiguiente, los beneficios que esta clase de negocios deja”.

Dicha agrupación, informa El Mercurio, se llamó Sociedad cooperativa de Valparaíso, “que tendrá por ahora un capital de 30.000 pesos divididos en 600 acciones de a 50 pesos cada una, cuyo pago se hará por cuotas mensuales”.

Esta cooperativa tendría como propósito crear una sastrería para vestir de manera elegante a sus socios. De tener éxito, la cooperativa “podrá establecer otros negocios análogo, como ser zapatería, sombrerería, lavandería y tiendas de todos los artículos de consumo de la juventud”.

La primera lista de socios incluyó 275 personas con un total de 586 acciones. Entre ellos las profesiones más comunes eran comerciantes (94), médicos (6), abogados (6) y militares (5).

 “La Esmeralda”

El 23 de septiembre de 1887 el Diario Oficial publica el decreto que declara legalmente la creación de la Cooperativa de Consumo “La Esmeralda”, cuyo objetivo era, al igual que “La Valparaíso”,  tener una sastrería para obtener la vestimenta acorde a la época.

Esta se constituyó como sociedad anónima, y de acuerdo a sus estatutos tiene por objeto “la fundación y explotación de un establecimiento de sastrería y almacén de abarrotes, pudiendo implantarse otras nuevas industrias, según el acuerdo de accionistas a propuesta del directorio”.

De acuerdo a la investigación, esta cooperativa fue creada por un grupo de artesanos. Sin embargo, en su primer listado oficial figuran con 342 socios de distintas profesiones y oficios, desde abogados (14), comerciantes (73), marinos (73), mecánicos (15), pintores (8) y militares (9).

Uno de las características más esenciales de “La Esmeralda” es que algunos de sus socios son destacados personajes de la historia del país que participaron en la Guerra del Pacifico, conflicto bélico que había terminado hace seis años. Entre ellos, se encuentran Eduardo de La Barra (escrito chileno y diplomático) y Jorge Montt Álvarez (Presidente de la República 1891-1896).

Asimismo, dentro de sus socios y primer directorio figuran tres tripulantes que sobrevivieron al Combate Naval de Iquique: Luis Uribe (2° comandante de la Esmeralda), Vicente Zegers (Oficial) y José Fructuoso Vargas (Mecánico de la Corbet). También figura dentro de los socios Carlos Condell, Comandante de la Covadonga.

La Manzana, la primera cooperativa en Chile que impulsa el consumo responsable

La Manzana, la primera cooperativa en Chile que impulsa el consumo responsable

El consumo responsable es un concepto que busca que las personas cambien sus hábitos y está en sintonía con la igualdad social, el comercio justo y la protección del medio ambiente. En la ciudad de Valdivia, la Cooperativa de Consumo Responsable La Manzana establece un contacto directo con los productores de la zona para conocer sus procesos y promover un pago justo por sus cultivos.

El consumo responsable es un concepto que busca que las personas cambien sus hábitos de consumo y que está en sintonía con adquirir conciencia sobre la igualdad social, el comercio justo y la protección del medio ambiente.

Estas prácticas cada vez ganan más adeptos a lo largo del mundo, que en definitiva buscan cambiar el excesivo consumismo que domina en gran parte de la sociedad.

En el sur de Chile, el consumo responsable también ha tenido resonancia, y una cooperativa es la evidencia de cómo se puede cambiar, a partir de los hábitos de consumo, las relaciones humanas.

La Manzana

La Cooperativa de Consumo Responsable La Manzana es la primera en Chile con estas características. Se creó en 2009 en la ciudad de Valdivia para reunir a las personas que buscan consumir responsablemente y alimentarse de forma sana.

Esta iniciativa ofrece un espacio para la compra de alimentos locales que se producen de forma limpia. Para eso, la cooperativa, que reúne a más de 200 socios, establece un contacto directo con los productores de la zona donde conoce sus procesos y luego promover un pago justo por sus cultivos.

“Queremos alimentarnos sabiendo quién es el productor, cómo, cuándo y dónde fue producido lo que consumimos. Así lograremos que valoren sus productos y que aprecien en su justa medida el valor de los mismos”, son los principios de La Manzana escritos en su sitio web.

Asimismo, dentro de sus intenciones es que las familias se abastezcan de alimentos generados de forma respetuosa con el medio ambiente, reducir la huella de carbono y aportar a la formación de una red de comercio justo privilegiando el consumo de productos elaborados en el entorno inmediato.

Y es que la cooperativa tiene un foco en promover lo local para tener cadenas cortas de comercialización y así reducir el impacto del CO2, donde buscan aquellos productores que no utilicen químicos, con una huerta diversa que favorezca la genética y un autocontrol de plagas.

De esta manera, en la tienda física y online venden desde aceites, chocolates, condimentos, aderezos, frutas, verduras y legumbres, entre otros. Pero no solo eso, también comercializan productos de limpieza y belleza. Además, se promueve la compra a granel, lo que reduce la huella de carbono y disminuye los desechos de envases innecesarios o bolsas plásticas

Cambios en el consumo

Rayen Catrileo, gerenta de La Manzana, señala que la agrupación nace de la inquietud de un grupo de familias valdivianas que no querían formar parte del sistema alimenticio tradicional y que buscan elegir libremente lo que consumen.

“Esta cooperativa de consumidores tiene varias cosas interesantes en su funcionamiento. Primero, su principal objetivo no es comercial, sino que es social, que es abastecer a sus asociados de alimentos sanos y lograr un acercamiento directo con el productor, evitando así los intermediarios. Nosotros creemos que se debe pagar lo que merecen y valoran de su trabajo”, indica.

Catrileo dice que esta práctica empezó a crecer y cada vez fueron más los que empezaron a participar. Si bien en un comienzo los productos eran para los socios, tiempo después abrieron para público general.

Y la creciente influencia de la cooperativa también se evidencia en que organizan actividades -desde talleres, cursos, encuentros y conversatorios- en torno al consumo responsable. “Todos los años realizamos un encuentro de consumo responsable. El primer año fue solo un día y fueron unas 500 personas. Ahora son tres días y asisten alrededor de 1.500 personas”, agrega la gerenta.

La representante de La Manzana comenta que al ser una cooperativa pionera en esta materia, desde distintas partes del país los han llamado para saber cómo lo hicieron.  ¿Pero por qué en Valdivia tuvo buena acogida el consumo responsable? Rayen Catrileo dice que esta ciudad tiene algo especial:

“Las personas que la habitan son súper motivadas, quizás la resiliencia después de vivir, durante la historia, diversos fenómenos naturales (terremotos y maremotos) y hasta organizarse para enfrentar altos impactos ambientales y hacer valer sus derechos, la hacen ser muy activas en términos ambientales. Valdivia tiene un espíritu bien luchador”, indica.

Fuente: EMOL

La iniciativa que promueve educación ambiental para hacer de Valdivia una ciudad sustentable

La iniciativa que promueve educación ambiental para hacer de Valdivia una ciudad sustentable

Valdivia fue elegida como una de las mejores ciudades para vivir en Chile. Buscando que la capital de la Región de Los Ríos sea sustentable, una cooperativa realiza distintas iniciativas y prácticas para mejorar el entorno y generar un impacto positivo en la comunidad.

Valdivia es la mejor ciudad para vivir en Chile. Así lo definió el estudio anual Barómetro Imagen Ciudad realizado por la empresa consultora Visión Humana. En la encuesta, respondida por más de dos mil personas de entre 18 y 65 años, un 60% la calificaron con nota seis y siete, superando a Viña del Mar -que había encabezado el listado en las tres ediciones previas del sondeo- y a La Serena.

Y es que la capital de la Región de Los Ríos tiene entre sus atributos ser una apacible ciudad en contacto con la naturaleza, con una activa vida cultural y por ser uno de los destinos turísticos más atractivos del país.

Sin embargo, para mantener su calidad, los habitantes de Valdivia tienen un importante desafío por delante del que no se pueden restar: el cuidado del medio ambiente y la sustentabilidad.

Precisamente, eso es justamente lo que promueve Valdivia Sin Basura (VSB), una cooperativa de reciclaje compuesta por valdivianos que busca mejorar el entorno y calidad de vida de la ciudad mediante distintas iniciativas y prácticas para generar un impacto positivo en la comunidad

Valdivia sin basura

Esta cooperativa se constituyó en 2014 tras adjudicarse un fondo del Servicio de Cooperación Técnica (Sercotec). Benjamín Díaz, su gerente general, señala que nace para buscar una solución a los residuos que generan distintos sectores productivos y por la falta del incentivo al reciclaje.“La cooperativa se crea ante la falta del algún servicio que ofreciera esa posibilidad. Nuestro trabajo busca generar un beneficio a partir de este problema “, dice.

Y el problema radica, según Díaz, es que la comuna genera más de 90 mil toneladas de basura al año, de las cuales menos del 1% es valorizado.Además, el representante de la organización dice que en Valdivia actualmente hay solo algunos Puntos Limpios de reciclaje para botellas de vidrio y plásticas, pero no para otros residuos.

Con ese contexto, la cooperativa tiene distintas líneas de acción y uno de sus principales trabajos tiene que ver con la gestión de aceite usado de cocina para generar biodiésel, que es un combustible renovable que contamina mucho menos que el petróleo diésel.

Para eso, desde 2016 han realizado la recolección en distintos locales -principalmente de comida rápida- y también a partir de algunos puntos en la ciudad para que la comunidad vaya a dejar el material.En 2018 recolectaron cerca de 24 mil litros de aceite.

Asimismo, este año, tras la obtención del Fondo de Fortalecimiento Gremial y Cooperativo de Sercotec, habilitaron un Punto Limpio móvil, donde realizarán gestión de residuos y promoverán la educación ambiental entre los habitantes.

Impactar en la comunidad

Valdivia sin Basura realiza un fuerte trabajo en promover la educación ambiental en establecimientos educacionales, organizaciones sociales y en diferentes instancias dirigidas a la comunidad

“Todas estas capacitaciones giran en torno a cómo poder llevar un estilo de vida de “basura cero”, y para eso hay que ser conscientes de que todos generamos basura y ver de qué manera podemos valorizar aquellos residuos que generamos”, indica.

En el caso de los trabajos con los colegios, Díaz explica que consisten en realizar talleres enfocados principalmente en prevenir la generación de basura, enseñar técnicas de valorización e implementar equipamiento para la gestión de los residuos dentro del establecimiento, entre otras actividades.

Poder llegar a las nuevas generaciones es uno de los propósitos más importantes de la Cooperativa Valdivia Sin Basura, ya que son ellos los que pueden generar un cambio en el futuro.

“Los jóvenes son más conscientes de que hay que cuidar el planeta ya que el tema se habla mucho más y creo que van a ser más responsables. Estoy seguro que en el futuro la basura se va a gestionar de manera muy distinta“, dice Benjamín Díaz.

La historia de un grupo de masoterapeutas ciegos que se convirtieron en ejemplo de inclusión laboral

La historia de un grupo de masoterapeutas ciegos que se convirtieron en ejemplo de inclusión laboral

En Chile hay más de 850.000 personas con deficiencia visual y de ella, aproximadamente 80.000 son ciegas. La Cooperativa de Terapeutas Ciegos (Coteci) es una de las primera en el país con estas características y en la actualidad la componen cinco socios.

Nelson Cifuentes había tenido distintos trabajos a lo largo de su vida, y uno de los últimos fue como inspector en un liceo regional. Sin embargo, todo cambió de golpe cuando una miopía severa, un problema que hace que perciba borrosos los objetos lejanos, lo dejó prácticamente ciego.

Si bien en un comienzo trabajaba con normalidad, la ceguera se fue agudizando con los años. “Yo tuve problemas visuales toda mi vida. Gracias a una operación, quedé bien por muchos años, hasta que tuve un accidente y se me desprendió la retina. Después se me desarrolló un glaucoma que no fue detectado a tiempo”, dice.

Ahora, solo recibe un poco de luz en su ojo izquierdo. “Pareciera que veo fantasmas”, relata.

Por otro lado, hace 15 años que María Victoria Márquez quedó con ceguera total, también producto de una miopía severa. Trabajó como funcionaria pública en la Municipalidad de Huechuraba, institución que le entregó el apoyo necesario para rehabilitarse.

“Esta es una enfermedad que sufren muchos chilenos y que en algunos casos se puede ir acrecentando hasta llegar a la ceguera. Yo por suerte cuando empecé a tener esta condición siempre recibí ayuda”, dice María Victoria.

Luego de asumir su discapacidad visual, cada uno por su lado buscó reinsertarse en el mercado laboral. Así fue como pudieron rehabilitarse en la Escuela de Ciegos Santa Lucía, donde recibieron formación para trabajar como masoterapeutas. En ese lugar se conocieron, y tiempo después iniciaron una relación.

Coteci

Nelson Cifuentes

Nelson Cifuentes dice que en el comienzo cada uno trabajaba de manera individual. Sin embargo, de acuerdo a su experiencia, sentía que su trabajo no se remuneraba de forma justa. Entonces, junto a María Victoria decidieron asociarse para ofrecer su servicio. Y luego, vieron que constituirse como cooperativa era la mejor opción para recibir una remuneración justa y que además podían darle trabajo a otros compañeros ciegos.

En el año 2015, formaron la Cooperativa de Terapeutas Ciegos (Coteci), la primera en Chile con estas características que en la actualidad la componen cinco socios, de los cuales cuatro tienen ceguera.

Coteci fue asesorado por la Municipalidad de Recoleta luego de participar en la Incubadora de Cooperativas Populares. Ahí obtuvieron su certificación para asociarse y descubrieron las ventajas que tenía este modelo para su desarrollo como masoterapeutas.

María Victoria Márquez cuenta que las personas que integran la cooperativa ya tenían sus profesiones, “pero tuvimos que reconvertirnos dentro del mundo laboral una vez que sufrimos la ceguera”.

“Hay posibilidades de rehabilitarse”

“Bienvenidos a este espacio de relajación y sanación atendido por terapeutas ciegos. Favor anunciarse”. Con estas palabras, escritas en un cartel, la cooperativa da a conocer sus servicios en las distintas ferias y eventos donde utilizan sillas ergonométricas para relajar y descontracturar músculos.

Además de masajes de relajación, descontracturantes y estéticos, Coteci ofrece sesiones de quiropraxia, reflexiología, reiki y biomagnetismo. Asimismo, tienen un local en el Mercado Tirso de Molina (segundo piso, local 241) para ofrecer sus servicios.

María Victoria Márquez

Algunos de los clientes que han adquirido los servicios de Coteci se encuentran Nestlé, Antofagasta Minerals, el festival Oktoberfest y el Ministerio de Desarrollo Social, entre otros.

Si bien Cifuentes señala que han podido surgir como cooperativa, por otro lado dice que “es difícil abrirse al mercado porque hay mucho prejuicio. Por eso nuestra lucha constante es abrir mercados y que nos den una oportunidad de trabajar y demostrar que somos profesionales serios”.

Según la Sociedad Chilena de Oftalmología, en Chile hay más de 850.000 personas con deficiencia visual y de ella, aproximadamente 80.000 son ciegas.

A quienes viven con esta condición y han tenido dificultades para desarrollarse profesionalmente, Nelson Cifuentes les dice que “busquen ayuda, porque hay posibilidades de rehabilitarse y de estudiar. Les diría que aprendan un oficio para que se sustenten de manera honesta y digna”.

Mientras que María Victoria Márquez aconseja “que si uno tiene constancia y buena disposición uno puede lograr todo lo que se propone. Siendo una buena persona nunca le irá mal”.

Fuente: EMOL

Los beneficios y las ventajas de formar parte de una cooperativa de ahorro y crédito

Los beneficios y las ventajas de formar parte de una cooperativa de ahorro y crédito

Este tipo de cooperativas, que permiten generar acceso a servicios financieros a las personas, ha tenido un notable crecimiento en Chile. Aquí, conoce una de las organizaciones más emblemáticas del sector: la Cooperativa Lautaro Rosas.

Por más de cien años, el cooperativismo ha tenido un papel esencial para el desarrollo económico de Chile. Gracias a su presencia a lo largo y ancho de todo el territorio, las cooperativas han podido mejorar considerablemente la calidad de vida de distintas comunidades y familias. Todo bajo un modelo que impulsa la asociatividad y la ayuda mutua.

En ese contexto, una de las organizaciones más destacadas de este tipo son las cooperativas de ahorro y crédito.

Y es que esta alternativa que le permite generar nuevas posibilidades de acceso a servicios financieros a las personas ha mostrado un crecimiento notable y son ejemplo de la vigencia del sector. De hecho, si en 1990 tenían poco menos de 300 mil socios, en la actualidad la cifra llega a 1,4 millones de socios.

¿Pero cómo funcionan este tipo de cooperativas? ¿Qué beneficios tienen para que miles de familias decidan asociarse a ellas? Aquí, conoce la historia y el aporte de una de las cooperativas de ahorro y crédito más emblemáticas: Lautaro Rosas.

Al servicio de las personas

La Cooperativa Lautaro Rosas fue fundada en agosto de 1963 con la idea de mejorar las condiciones de vida de las personas.

En la actualidad, tiene más de 10.300 socios en el país y su sede central se encuentra en Valparaíso. Entre los productos que ofrece para sus socios se incluyen créditos de consumo, cuentas de ahorro, convenios con descuento por planilla y depósitos a plazo, entre otros. Además de promover una sólida educación financiera para las personas mediante trabajos audiovisuales.

“Tenemos una atención personalizada con el socio y tenemos inclusión financiera en el sentido que atendemos a todos los segmentos”, señala Pedro Bombal, gerente general de Lautaro Rosas. Y agrega que la cooperativa cumple fielmente con el modelo cooperativo en el sentido de que “hay un remanente que se distribuye entre los socios, ya que esta organización es de todos”.

El representante de la cooperativa sostiene que se inspiran en valores específicos que reflejan la importancia del modelo. “Cada socio es un voto y hay un foco solidario un apoyar la causa de un tercero,sobre todo para aquellos que están desvalidos y necesitan la ayuda. Hay que creer en los principios que son responsabilidad, equidad, igualdad, transparencia y honestidad”.

Cabe señalar que la Cooperativa Lautaro Rosas es regulada por la Comisión para el Mercado Financiero –la entidad que reemplazó la Superintendencia de Bancos e Instituciones Financieras- y por la División de Asociatividad y Economía Social (DAES) del Ministerio de Economía.

Los beneficios

Otra de las cualidades que tiene Lautaro Rosas son los beneficios que les ofrecen a sus socios.

Entre ellos, se destacan el Bono de Nacimiento, con el cual se entrega un monto a un socio para la llegada de un hijo; el Bono Escolar, tiene por objetivo premiar la excelencia académica de los socios y/o sus hijos; el Bono Bodas de Oro, que es un beneficio para quienes cumplen 50 años de matrimonio; y el Bono Continuidad, para aquellos que tienen una permanencia como miembros activos de la institución.

“Entregamos una serie de beneficios que otras instituciones financieras no brindan y con esto se entiende que mejorar las condiciones de vida de las personas es acompañarla desde el momento que nacen, crecen y se desarrollan”, asevera Bombal.

Otro de los beneficios que ha sido de gran ayuda es el Bono Catástrofe, cuyo fin es atender puntualmente la situación económica de un socio por una enfermedad catastrófica o terminal, el siniestro de incendio en el hogar o porque se encuentra en un problema económico de carácter urgente.

Precisamente, una de las personas que ocupó este beneficio es Carlos Muñoz, socio jubilado que trabajó durante 17 años como garzón en los comedores de la Cámara de Diputados (Congreso Nacional).

Para él fue muy útil el bono cuando, debido a la diabetes que padece, perdió los dedos de su pie derecho. “Este fue un buen apoyo el que me brindó la cooperativa y con el pude pagar parte de mi operación”, dice. Además de Carlos, su hijo también es socio de Lautaro Rosas.

Fuente: EMOL 
La cooperativa de ahorro y crédito pionera en promover la seguridad de la información

La cooperativa de ahorro y crédito pionera en promover la seguridad de la información

La ciberseguridad se ha ido convirtiendo en un aspecto relevante en la operación de una empresa para proteger su información frente al cibercrimen. Sin embargo, la cooperativa de ahorro y crédito Ahorrocoop dio este paso mucho antes e impulsó la seguridad de la información de manera más integral.

En la última década, distintas organizaciones a nivel mundial enfrentan una amenaza que cada vez se hace más fuerte: el ciberataque.Importantes empresas como Yahoo, eBay, Uber y Facebook ya se han visto afectadas por estas actividades ilícitas. Y los riesgos de un ataque informático pueden ser muy altos, vulnerando principalmente la información de miles de personas, uno de los principales activos que tiene una compañía.

¿Cómo se enfrenta esta realidad en Chile? Según expertos, muchas organizaciones actúan de manera reactiva frente a un ataque, desatendiendo las consecuencias a las que se exponen. A nivel legislativo tampoco se ha atendido este problema últimamente, considerando que la legislación sobre delitos informáticos data de 1993.

Y precisamente, un sector perjudicado por el cibercrimen son las instituciones financieras, donde distintos bancos han sufrido la filtración de datos de clientes. Pero la reacción, al parecer, también ha sido lenta. De hecho, el ex Superintendente de Bancos e Instituciones Financieras (SBIF), Mario Farren, señaló en marzo que la banca está “al debe” en ciberseguridad.

Bajo este escenario, la ciberseguridad se ha ido convirtiendo en un aspecto relevante en la operación de una empresa para proteger su información frente al cibercrimen. Sin embargo, hay una organización que dio este paso mucho antes e impulsó la seguridad de la información de manera más integral: la Cooperativa Ahorrocoop.

Seguridad de la información

La Cooperativa Ahorrocoop es una de las Cooperativas de Ahorro y Crédito más importante del país y fiscalizada por la Comisión para el Mercado Financiero (CMF). Con 54 años de existencia, tiene más de 70 mil socios y cuenta con presencia desde la región de Valparaíso, pasando por la Región Metropolitana hasta la Región de los Ríos.

A lo largo de su trayectoria, Ahorrocoop ha tenido oportunidades para demostrar su capacidad de adaptación y mejora, pero nunca como en los últimos años ha sido tan fuerte la impronta que le imprimió la Gerencia General a la cooperativa para posicionarla como líder en términos de gestión de calidad, servicios y seguridad de la información, todo a partir de tomar la decisión de adoptar la filosofía de las normas ISO (International Organization for Standarization).

Dicha filosofía se apoya en principios universales como son la Mejora continua y el foco en el cliente. Asimismo, promueve un pensamiento en riesgos, un liderazgo que sea promotor del cambio e innovación, el compromiso del personal, enfocarse en los procesos, basarse en datos y hechos para la toma de decisiones y tener una buena gestión con los asociados, incluyendo además los grupos de interés.

Ahorrocoop ofrece confianza a sus socios, teniendo una política basada en los estándares internacionales ISO, con revisiones periódicas de expertos internacionales en la materia, lo que agrega valor a todos los procesos internos.

María Elena Tapia, Gerente General de Ahorrocoop

En el 2010, gracias a la visión de la Gerencia General entendieron que había que realizar cambios profundos en pos de proteger la información. Y si bien todavía no eran fiscalizados por la CMF –el organismo que en junio remplazó a la SBIF-, se decidió buscar una metodología para enfrentar las nuevas exigencias del mercado.

La Gerenta General de la cooperativa, María Elena Tapia, vio en las Normas ISO, un reconocido estándar internacional que certifica la calidad de una organización, la posibilidad de aplicar nuevas prácticas para mejorar el servicio.

Así fue como obtuvieron la certificación en tres normas internacionales: la ISO 9001 de Sistema de Gestión de Calidad y la ISO 27001 de Seguridad de la Información, ISO 20000-1 Gestión de Servicio TI, convirtiéndose en la primera cooperativa de ahorro y crédito en Sudamérica que obtiene tres certificaciones internacionales.

En el país ya existen empresas certificadas en la norma ISO 9001, por otro lado, son pocas las organizaciones que tiene la norma ISO 27001 e ISO 20000-1. Asimismo, en la legislación chilena tampoco es obligatoria la certificación para las cooperativas de ahorro y crédito y las instituciones financieras. Pese a esto, Ahorrocoop vio que esta era una buena alternativa para su desarrollo y se certificaron con el Instituto Argentino de Normalización y Certificación (IRAM).

Implementación y beneficios

La tarea de su implementación estuvo a cargo de un equipo multidisciplinario liderado por la Gerente General, María Elena Tapia.

María Elena Tapia indica que las normas ISO significan aplicar buenas prácticas de trabajo, y que en el caso Ahorrocoop, los beneficios para los socios es que se mejoran los procesos, la atención y la posibilidad de entregar a los socios productos y servicios adecuados para lo que ellos necesitan. “Esto además nos permite gestionar los riesgos operativos y generar la continuidad del negocio en altos estándares”, señala.

Por otro lado, destaca que los beneficios de certificarse han sido “asegurar a nuestros socios la confidencialidad, integridad y disponibilidad de la información, así como también el impacto positivo en el cambio cultural de Ahorrocoop, una nueva forma de gestionar la seguridad y los riesgos de la información”.

Por lo tanto, la información de los socios debe estar a buen resguardo, no solo desde el punto de vista de la “Confidencialidad” de la información (es decir que solo la persona que está autorizada pueda acceder a la información o al dato), sino también para garantizar su “Disponibilidad” (contar con la información en forma oportuna); y también debe velar por la “Integridad”, (evitar modificación por personas no autorizadas).

 Para nuestros socios, el hecho de saber que los servicios de la cooperativa, cuentan con tres certificaciones internacionales -Gestión de Calidad ISO 9001, Gestión de servicios tecnológicos ISO/IEC 20000-1; y gestión de seguridad de la información ISO/IEC 27001-, genera un vínculo más fuerte y cercano, pues saben que buscamos su satisfacción permanente y la mejora continua de los procesos y productos”, María Elena Tapia, Gerente General de Ahorrocoop.

La Gerente General señala que cuando empezó la certificación, el terremoto del 2010 afectó considerablemente la sede central. Sin embargo, la cooperativa ya había aplicado medidas de seguridad y permitió que fuera una de las pocas instituciones que se mantuvo en línea, dando continuidad al negocio.

“En los cortes de luz prolongados, nosotros ya habíamos invertido en sistemas de respaldo de corriente con generadores. También invertimos en una sala de servidores acorde para eventos sísmicos y efectivamente esta continuó en pie”, dice.

Esa fue la señal para saber que se iba por buen camino con estos cambios. Por eso ahora, cuando distintos socios consultan por la ciberseguridad de la compañía, considerando los últimos ataques cibernéticos en instituciones financieras, la respuesta ha sido satisfactoria: “Le hemos indicado que nuestras medidas están a la vanguardia de instituciones que tienen más recursos que nosotros”.

El haber entendido las condiciones con que se mueve el nuevo mundo, respetando normas internacionales reconocidas, permitió a Ahorrocoop posicionarse como referente en un espacio que solo pocas multinacionales han logrado en forma integrada en todo Latinoamérica.

Fuente: EMOL
Un parque nacional como sala de clases: Descubre la iniciativa que combina el turismo y la educación

Un parque nacional como sala de clases: Descubre la iniciativa que combina el turismo y la educación

Se trata de Altus, la primera cooperativa de turismo de la región de Tarapacá que abarca desde el litoral costero hasta la cordillera y que apuesta a que los destinos turísticos se conviertan en espacios para que los estudiantes aprendan a partir del contacto con la cultura y la naturaleza.

Asistir a una obra de teatro, recorrer un museo o realizar un paseo a una playa cercana. Estas son algunas de las tradicionales visitas a terreno que realizan los distintos establecimientos a lo largo de Chile.

Pero en la región de Tarapacá, una organización fue un poco más allá y propuso una novedosa iniciativa para utilizar el turismo como herramienta educativa que genere una experiencia enriquecedora en los jóvenes.

Se trata de Altus, la primera cooperativa de turismo de la zona que abarca desde el litoral costero hasta la cordillera y que apuesta a que los destinos turísticos se conviertan en espacios para que los estudiantes aprendan a partir del contacto con la cultura y la naturaleza.

Parque Nacional como sala de clases

“El objetivo es sacar al alumno de la sala clases y trasladarlo a otro ambiente pedagógico”, señala Felipe Henríquez, presidente de Altus. Y de esta manera, los lugares más atractivos e históricos de la región de Tarapacá pasaron a convertirse en una sala de clases para impartir las distintas asignaturas de la malla curricular.

Por ejemplo, en las antiguas oficinas salitreras de Humberstone y Santa Laura se hacen clases de historia, donde además le dan un ingenioso uso a la tecnología, ya que a cada estudiante se le entrega un mapa y con sus celulares pueden describir el lugar a través de códigos QR para recabar información y conocer su historia. “En vez de quitarles los dispositivos, le damos un nuevo uso”, indica Henríquez.

Asimismo, dentro de los recorridos se visita al Parque Nacional Volcán Isluga (Comuna de Colchane), que se encuentra a tres horas de Iquique.

En dicho lugar se realizan clases de geografía y física con los géiseres de Puchuldiza, un campo geotérmico donde se observa cómo el calor de la tierra lleva el agua subterránea hacía los 80 grados y la expulsa hacia la superficie. “Esto incluye experimentos para medir la temperatura con pirómetro, y cosas prácticas como poner un huevo y ver cómo se cocina en las aguas termales”, recalca el presidente de Altus.

La cooperativa tiene recorridos para todos los niveles, desde la educación básica hasta la educación superior. Ya trabajaron con tres colegios y con una Universidad de Washington (Estados Unidos).

Una de los establecimientos que contrató los servicios de Altus fue el Colegio Nimara. Angélica Álvarez, profesora que organizó la salida, cuenta que los estudiantes visitaron la comuna de Colchane para que conocieran el altiplano. “Nos dio mucha confianza trabajar con ellos y el servicio era de primera calidad. Al ser un lugar en altura nos pudieron brindar seguridad y en cada parada relataban la historia de la zona, su fauna y además les explicaban a los alumnos cómo hacer trekking. También nos apoyaron en la logística”.

Propuesta innovadora

Henríquez señala que la cooperativa presenta su propuesta de turismo educativo a los establecimientos públicos y que estos pueden realizar sus circuitos turísticos con los fondos del programa de Subvención Estudiantil Preferencial que entrega el Ministerio de Educación.

“Las escuelas públicas tienen la oportunidad de canalizar estos fondos que les entrega el Mineduc que buscan mejorar la convivencia estudiantil y la metodología del aprendizaje y donde proponemos que se puede realizar una buena pedagogía en base a nuestros circuitos, que son acordes a la malla curricular del Mineduc”, indica

De esta manera, el representante de la cooperativa dice que impulsaron esta iniciativa al ver que colegios privados tenían más recursos para realizar estas actividades. “Pensamos que los establecimientos públicos también merecen esa oportunidad de poder aprender a partir de experiencias. Entonces empezamos a ver cómo se podían trasladar las clases de las aulas al terreno, que es un impacto cultural muy distinto”, dice.

La alternativa turística de Altus

La Cooperativa Altus reúne a un grupo de emprendedores locales de la provincia del Tamarugal. Cada uno tiene su propio enfoque turístico, desde los que arriendan bicicletas hasta quien hace los circuitos educativos. Pero lo que tienen en común es que las utilidades se reparten por igual.

“En un momento decidimos conformarnos en una figura dado que no teníamos representatividad por cada uno. Averiguamos que una cooperativa era la mejor opción y a partir de ahí nos empezamos a asesorar, ya que para todos era algo nuevo”, dice Henríquez.

Uno de los recorridos más populares de Altus es la visita al Parque Nacional Volcán Isluga. Este recorrido empieza a las 5 de la mañana hasta las 21 horas. Además de los géiseres de Puchuldiza, se visita la laguna de Arabilla, la iglesia de Isluga, las termas de Enquelga y el Valle de la Felicidad, un conjunto de rocas de color rojizo conocidas por sus particulares formas.

También ofrecen otras alternativas, como un servicio de ciclo-turismo, que incluye descenso en bicicleta, sandboard y trekking; un turismo más convencional que recorre distintos sectores de la región; y también un turismo altiplánico, donde se desarrollan actividades con las comunidades aimaras.

Fuente: EMOL
En el día internacional de las cooperativas: Descubre el impacto del modelo en Chile

En el día internacional de las cooperativas: Descubre el impacto del modelo en Chile

El primer sábado de julio de cada año se celebra en día internacional del cooperativismo, el modelo basado en la economía social. En Chile, hay más de un millón 800 mil que son socios de cooperativas.

El primer sábado de julio de cada año se celebra en día internacional del cooperativismo, el modelo basado en la economía social donde personas se organizan como cooperativas para resolver necesidades que le son comunes a través de la ayuda mutua.

Se trata de un tipo de organización histórica y relevante hasta la actualidad. Y es que en distintas partes del mundo, el cooperativismo tiene un rol de relevancia como impulsores del desarrollo y del crecimiento sostenible e inclusivo.

Y sus cifras así lo avalan: en el mundo hay más de 1.200 millones de socios de alguna cooperativaEs decir, si cada socio tiene una familia, significa que la mitad de la población de nuestro mundo obtiene algún beneficio del sistema cooperativo. Asimismo, generan más de 250 millones de empleos a nivel mundial.

De hecho, hasta 2014 se registraban 2,5 millones de cooperativas a nivel mundial y, al considerar a todas las cooperativas del mundo, estas generaron US$2.98 trillones en ganancias anuales.

Incluso, hay países donde el modelo juega un papel primordial en el crecimiento económico. Por ejemplo, hay lugares donde la incidencia del cooperativismo en el PIB supera el 15%, como en el caso de Nueva Zelandia (20%), Holanda (18%) y Francia (18%).

Celebración en Chile

En la celebración del día internacional de las cooperativas, organizado por la División de Asociatividad del Ministerio de Economía el pasado viernes 5 de julio en Temuco, Siria Jeldes, presidenta de Cooperativas de Chile, destacó la presencia del cooperativismo a nivel nacional como también sus beneficios para las personas.

En primer lugar, Jeldes señaló que las organizaciones socias de Cooperativas de Chile están presente en las 16 regiones del país y en las 348 comunas. “Somos importantes, estamos haciendo un aporte a Chile y nos sentimos muy orgullosos de eso. Sabemos también que tenemos muchas oportunidades que desarrollar”, dijo.

En ese sentido, destacó que en este modelo “las cooperativas crean y crecen con otros. Los socios son las figuras centrales de todo el actuar de la entidad. Y nos ayudamos entre nosotros mismos, como mandan los principios cooperativos centrales”.

Para finalizar, habló de que el cooperativismo trabaja para el desarrollo sostenible de su comunidad por medio de políticas aceptadas por sus miembros. “Hay muchísimo más que la rentabilidad o el crecimiento como propósito en este lado”.

El cooperativismo a lo largo del país

Según estadísticas del Ministerio de Economía, a diciembre del 2017 había 3.302 cooperativas vigentes en las 16 regiones del país con más de un millón 800 mil socios. Asimismo, solo en el 2018 se crearon un total 306 cooperativas en todo Chile, la tasa más alta de los últimos 15 años.

De esta manera, en Chile este modelo juega un papel fundamental y abarca distintos sectores, incluyendo el agrícola, campesino, agua potable, ahorro y crédito, consumo, electrificación, pesqueras/mineras, trabajo/producción, servicios, vivienda cerrada y vivienda abierta.

Dentro de este grupo, las cooperativas de ahorro y crédito han mostrado un sustancial crecimiento: de tener poco menos de 300 mil socios en 1990, en la actualidad superan el 1,4 millones de socios.

Una de las características en el país es que el 75% del modelo cooperativo se desarrolla en regiones. Y en ese desglose, el 12,3% se concentra en la Región de Valparaíso, mientras que las regiones del Biobío y La Araucanía representan, cada una, el 9,8% de las cooperativas de Chile.

Descubre la historia de destacadas cooperativas que juegan un rol esencial en distintas comunidades a lo largo del territorio en este especial de Economía Asociativa.