La Cooperativa de Ahorro y Crédito Somnaval llevó a cabo una investigación para saber cuál había sido la primera organización creada bajo los conceptos principales del cooperativismo. Constataron que en 1887 las dos pioneras organizaciones crearon una sastrería para vestir de manera elegante a sus socios.
Estas cifras de alguna manera evidencian el impacto del cooperativismo, donde la economía asociativa cuenta con una larga historia en que distintas agrupaciones han mejorado la calidad de vida de las comunidades.
Pero ¿cuáles son las primeras organizaciones en Chile que se crearon inspiradas en los principios del modelo cooperativo? Conoce los antecedentes de las dos organizaciones pioneras en impulsar el cooperativismo.
Pioneras en Chile
La Cooperativa de Ahorro y Crédito Somnaval llevó a cabo, mediante su Comité de Educación, una investigación para saber cuál había sido la primera organización creada bajo los conceptos principales del cooperativismo. Para su sorpresa, constataron que en 1887, en Valparaíso, se habían creado dos: “La Valparaíso” y “La Esmeralda”.
En la indagación de Somnaval se pudo constatar, al revisar los Diarios Oficiales y el Código del Comercio de la época, los orígenes de ambas compañías, que en ese entonces nacieron bajo la figura de sociedad comercial.
El estudio también señala que todavía existe la controversia sobre qué organización fue la primera en constituirse ese año, ya que si bien “La Valparaíso” comenzó con la idea y los trámites para la aprobación de los estatutos, fue “La Esmeralda” la que obtuvo primero el decreto que la declaró legalmente como sociedad comercial. Asimismo, no se pudo comprobar si se emitió el decreto que autorizaba la instalación legal de “La Valparaíso”.
Sin embargo, para hacerle justicia a ambas, la investigación concluye que “debería considerarse para la historia del cooperativismo en Chile que en el año 1887 probablemente se formaron las dos primeras cooperativas que dieron el inicio al movimiento en el país”.
“La Valparaíso”
A comienzos de 1887, señala el informe, en Chile existía una preocupación por el aumento de casos febriles en la población “debido a una epidemia de cólera desatada en Paraguay y parte norte de Argentina”, por lo que se emitieron Decretos Sanitarios para enfrentar la emergencia e incluso “se instaba a las señoras de bien a constituir una sociedad de socorros mutuos para atender a los niños huérfanos del cólera”.
En ese contexto, el 6 de enero, El Mercurio de Valparaíso publicó un artículo sobre el primer movimiento cooperativo en Chile titulado “Sociedad cooperativa de consumos”.
En el escrito, indican que “varios jóvenes de este puerto (Valparaíso) han realizado una idea que en países más adelantados que el nuestro ha dado esplendidos resultados y que desearíamos ver implementada cuanto antes por las clases obreras. Nos referimos a la formación de una sociedad anónima en que los accionistas serán los mismos consumidores y obtendrán, por consiguiente, los beneficios que esta clase de negocios deja”.
Dicha agrupación, informa El Mercurio, se llamó Sociedad cooperativa de Valparaíso, “que tendrá por ahora un capital de 30.000 pesos divididos en 600 acciones de a 50 pesos cada una, cuyo pago se hará por cuotas mensuales”.
Esta cooperativa tendría como propósito crear una sastrería para vestir de manera elegante a sus socios. De tener éxito, la cooperativa “podrá establecer otros negocios análogo, como ser zapatería, sombrerería, lavandería y tiendas de todos los artículos de consumo de la juventud”.
La primera lista de socios incluyó 275 personas con un total de 586 acciones. Entre ellos las profesiones más comunes eran comerciantes (94), médicos (6), abogados (6) y militares (5).
“La Esmeralda”
El 23 de septiembre de 1887 el Diario Oficial publica el decreto que declara legalmente la creación de la Cooperativa de Consumo “La Esmeralda”, cuyo objetivo era, al igual que “La Valparaíso”, tener una sastrería para obtener la vestimenta acorde a la época.
Esta se constituyó como sociedad anónima, y de acuerdo a sus estatutos tiene por objeto “la fundación y explotación de un establecimiento de sastrería y almacén de abarrotes, pudiendo implantarse otras nuevas industrias, según el acuerdo de accionistas a propuesta del directorio”.
De acuerdo a la investigación, esta cooperativa fue creada por un grupo de artesanos. Sin embargo, en su primer listado oficial figuran con 342 socios de distintas profesiones y oficios, desde abogados (14), comerciantes (73), marinos (73), mecánicos (15), pintores (8) y militares (9).
Uno de las características más esenciales de “La Esmeralda” es que algunos de sus socios son destacados personajes de la historia del país que participaron en la Guerra del Pacifico, conflicto bélico que había terminado hace seis años. Entre ellos, se encuentran Eduardo de La Barra (escrito chileno y diplomático) y Jorge Montt Álvarez (Presidente de la República 1891-1896).
Asimismo, dentro de sus socios y primer directorio figuran tres tripulantes que sobrevivieron al Combate Naval de Iquique: Luis Uribe (2° comandante de la Esmeralda), Vicente Zegers (Oficial) y José Fructuoso Vargas (Mecánico de la Corbet). También figura dentro de los socios Carlos Condell, Comandante de la Covadonga.