El consumo responsable es un concepto que busca que las personas cambien sus hábitos y está en sintonía con la igualdad social, el comercio justo y la protección del medio ambiente. En la ciudad de Valdivia, la Cooperativa de Consumo Responsable La Manzana establece un contacto directo con los productores de la zona para conocer sus procesos y promover un pago justo por sus cultivos.
El consumo responsable es un concepto que busca que las personas cambien sus hábitos de consumo y que está en sintonía con adquirir conciencia sobre la igualdad social, el comercio justo y la protección del medio ambiente.
Estas prácticas cada vez ganan más adeptos a lo largo del mundo, que en definitiva buscan cambiar el excesivo consumismo que domina en gran parte de la sociedad.
En el sur de Chile, el consumo responsable también ha tenido resonancia, y una cooperativa es la evidencia de cómo se puede cambiar, a partir de los hábitos de consumo, las relaciones humanas.
La Manzana
La Cooperativa de Consumo Responsable La Manzana es la primera en Chile con estas características. Se creó en 2009 en la ciudad de Valdivia para reunir a las personas que buscan consumir responsablemente y alimentarse de forma sana.
Esta iniciativa ofrece un espacio para la compra de alimentos locales que se producen de forma limpia. Para eso, la cooperativa, que reúne a más de 200 socios, establece un contacto directo con los productores de la zona donde conoce sus procesos y luego promover un pago justo por sus cultivos.
“Queremos alimentarnos sabiendo quién es el productor, cómo, cuándo y dónde fue producido lo que consumimos. Así lograremos que valoren sus productos y que aprecien en su justa medida el valor de los mismos”, son los principios de La Manzana escritos en su sitio web.
Asimismo, dentro de sus intenciones es que las familias se abastezcan de alimentos generados de forma respetuosa con el medio ambiente, reducir la huella de carbono y aportar a la formación de una red de comercio justo privilegiando el consumo de productos elaborados en el entorno inmediato.
Y es que la cooperativa tiene un foco en promover lo local para tener cadenas cortas de comercialización y así reducir el impacto del CO2, donde buscan aquellos productores que no utilicen químicos, con una huerta diversa que favorezca la genética y un autocontrol de plagas.
De esta manera, en la tienda física y online venden desde aceites, chocolates, condimentos, aderezos, frutas, verduras y legumbres, entre otros. Pero no solo eso, también comercializan productos de limpieza y belleza. Además, se promueve la compra a granel, lo que reduce la huella de carbono y disminuye los desechos de envases innecesarios o bolsas plásticas
Cambios en el consumo
Rayen Catrileo, gerenta de La Manzana, señala que la agrupación nace de la inquietud de un grupo de familias valdivianas que no querían formar parte del sistema alimenticio tradicional y que buscan elegir libremente lo que consumen.
“Esta cooperativa de consumidores tiene varias cosas interesantes en su funcionamiento. Primero, su principal objetivo no es comercial, sino que es social, que es abastecer a sus asociados de alimentos sanos y lograr un acercamiento directo con el productor, evitando así los intermediarios. Nosotros creemos que se debe pagar lo que merecen y valoran de su trabajo”, indica.
Catrileo dice que esta práctica empezó a crecer y cada vez fueron más los que empezaron a participar. Si bien en un comienzo los productos eran para los socios, tiempo después abrieron para público general.
Y la creciente influencia de la cooperativa también se evidencia en que organizan actividades -desde talleres, cursos, encuentros y conversatorios- en torno al consumo responsable. “Todos los años realizamos un encuentro de consumo responsable. El primer año fue solo un día y fueron unas 500 personas. Ahora son tres días y asisten alrededor de 1.500 personas”, agrega la gerenta.
La representante de La Manzana comenta que al ser una cooperativa pionera en esta materia, desde distintas partes del país los han llamado para saber cómo lo hicieron. ¿Pero por qué en Valdivia tuvo buena acogida el consumo responsable? Rayen Catrileo dice que esta ciudad tiene algo especial:
“Las personas que la habitan son súper motivadas, quizás la resiliencia después de vivir, durante la historia, diversos fenómenos naturales (terremotos y maremotos) y hasta organizarse para enfrentar altos impactos ambientales y hacer valer sus derechos, la hacen ser muy activas en términos ambientales. Valdivia tiene un espíritu bien luchador”, indica.
Fuente: EMOL