Frente a la adversidad del clima: El desafío de cultivar hortalizas en la zona más austral del mundo

La Cooperativa Agrícola Campos de Hielo reúne a pequeños agricultores de Puerto Natales dedicados a la comercialización de sus hortalizas frescas. Diariamente se enfrentan a las bajas temperaturas, vientos constantes y suelos muy delgados. Pero las condiciones adversas permiten que se desarrolle una fruta y verdura mucho más aromática y sabrosa.

Debido a una serie de factores climáticos tan propios de la región de Magallanes, cultivar hortalizas y verduras frescas no solo es un enorme desafío para los pequeños agricultores de la zona, sino que además puede llegar a ser una tarea casi titánica.

Eso bien lo sabe Jaime Antecao, agricultor en la ciudad Puerto Natales, quien relata lo que diariamente enfrenta el rubro: “Aquí hay vientos casi todos los días, lo que afecta la producción porque hay una mayor evaporación y pérdida de agua; las bajas temperaturas pueden caer en cualquier época del año, lo que retrasa la producción; y por último, los suelos son muy delgados, entre 20 y 30 centímetros de profundidad, lo que provoca problemas de drenaje”.

Con todas estas complejidades, ¿por qué se sigue produciendo en la zona más austral del mundo? Antecao dice que el clima también trae una recompensa: Las condiciones adversas permiten que se desarrolle una fruta y verdura mucho más aromática y sabrosa.“Por ejemplo, la frutilla en el norte no es muy buena, pero aquí es sabrosa y dulce”, añade.

En ese punto concuerda Adelaida Vargas, otra agricultora de la zona. “Como magallánicos vemos que el producto es mejor al preguntárselo a la gente. Los consumidores han verificado que tiene mejor sabor por el cultivo que tiene, por su tiempo de maduración y los tipos de suelo que tenemos con una fertilización más sana. Hemos hecho esas preguntas cuando tratamos de vender el producto y nos han ratificado esto”.

Campos de Hielo

Precisamente, las personas que cultivan hortalizas son parte de la Cooperativa Agrícola Campos de Hielo.Esta organización, creada en julio de 2013, reúne a los 17 pequeños agricultores de Puerto Natales dedicados a la comercialización de sus hortalizas frescas en los supermercados de la zona. El cultivo incluye zapallo italiano, pepino, frutilla, tomate cherry y zanahoria; además de cilantro, betarraga y repollo.

Campos de Hielo Recibió el apoyo de Indap y el Fondo de Innovación Agraria (FIA)

Cada agricultor tiene en promedio dos hectáreas y gracias a la instalación de invernaderos y mallas de cortavientos los socios han podido desarrollar el cultivo de hortalizas que tienen una mejor calidad con respecto a otras zonas del país.

Un sello diferenciador de Campos de Hielo es que la mayoría de sus socios son mujeres. Es el caso de la Adelaida Vargas, que es vicepresidenta de la cooperativa. “Somos la cara visible de la organización que participa en encuentros, seminarios, reuniones, pero detrás de uno está la familia y la idea es que tengamos hombres y mujeres participando”, señala.

Vargas explica que eligieron el modelo cooperativo porque “pensamos que era la mejor opción para un grupo de personas que tienen un fin común, que es la producción y comercialización de los productos que tenemos en la región”.

Llamando la atención

Jaime Antecao es el presidente de la organización, y cuenta que durante esta temporada vendieron 52 mil kilos, cifra que muestra un crecimiento desde que los productores decidieron formar la cooperativa.

“Habíamos estado pegados en los 35 mil kilos, pero logramos superarnos con una mayor planificación y porque mejoraron los compromisos de los socios. Tratamos de motivarlos y hacerlos entender que la cooperativa es una empresa de ellos y que pueden conseguir semillas de buena calidad, insumos que si no fueran socios no tendrían”, indica.

Y es que el producto que tienen en sus manos ha demostrado tener cualidades. De hecho, llamaron la atención de una conocida empresa holandesa que provee de semillas para la agricultura a gran escala. “Quedaron maravillados porque no creían que aquí se podían dar ciertos cultivos. Vieron lo que hacíamos y dijeron: ‘si se producen cultivos en la Patagonia, se pueden producir en cualquier parte del mundo’”, recuerda Antecao.

Por eso ahora los resultados están a la vista: “Antes decíamos que se sobrevivía de la agricultura, ahora hay muchos que viven de ella”, finaliza.

Fuente: EMOL