El rol estratégico de las cooperativas eléctricas

Por Eric Ebner, Presidente de FENACOPEL

Estamos atravesando una de las peores pandemias de la historia, y cada sector de la economía nacional están siendo impactado. Las familias chilenas han recibido un golpe directo a sus ingresos, y muchas de ellas necesitan actualmente de múltiples apoyos para salir adelante.

En este contexto, la Ley de Servicios Básicos, recientemente aprobada por el Congreso, permitirá a las personas de los sectores más vulnerables, contar con la tranquilidad de que los servicios considerados indispensables para las familias no podrán ser cortados por las empresas, ante la justificación del cliente de no poder costear el gasto debido a los efectos de la pandemia, posponiendo el pago del servicio y permitiendo que se pague en 12 cuotas, sin multas ni intereses. Ahora que el Congreso ya aprobó esta ley, solo falta que se promulgue, lo que esperamos que suceda a la brevedad para que nuestros usuarios puedan tener estos beneficios.

Pero a su vez, también valoramos que las autoridades y el Congreso distinguieran a las cooperativas eléctricas, en su calidad de organizaciones empresariales sin fines de lucro, que suministran energía en los sectores rurales donde es más costoso dar un suministro de calidad. En el caso de las cooperativas, se involucró a toda la cadena de suministro en asumir su parte en esta significativa medida, permitiéndole a las cooperativas poder estar en condiciones de otorgar los beneficios que establece la ley, sin con ello poner en riesgo la continuidad operacional. 

Las cooperativas eléctricas somos un sector estratégico para un mundo muchas veces olvidado en las grandes ciudades, pero que se ve altamente afectado por la pandemia: los sectores rurales de Chile. Muchos de nuestros clientes y cooperados se encuentran a grandes distancias de los principales centros urbanos del sur, y el servicio de electricidad entregado por las cooperativas, que llegó hace décadas atrás a los lugares ni donde el Estado ni los privados querían llegar, ha sido clave para el desarrollo de estas lejanas y muchas veces aisladas localidades.

Así también, entendiendo el rol de las cooperativas en estas zonas, hemos generado acciones con nuestras comunidades, destacando el aporte de Cooprel (Rio Bueno, Región de Los Ríos), que entregará cajas de alimentos a sus clientes, y en forma especial a los socios adultos mayor que tengan problemas económicos; lo que también realizará Coelcha (Cabrero, Región del Biobío); sumado a otras iniciativas de carácter solidario.

Además, si bien los primeros meses de la pandemia hubo dificultades puntuales en algunas cooperativas para la toma de lecturas, hoy estamos midiendo el consumo real de nuestros clientes, contamos con plataformas físicas y hemos potenciado los canales digitales y telefónicos gratuitos, para recibir las consultas y solicitudes de nuestros usuarios. Así, no se ha tenido una gran cantidad de reclamos por facturación o aumento de consumos. También estamos lanzando una campaña en el sur llamada “Ahorra Energía con tu Cooperativa Eléctrica”, enseñando mediante sencillos concejos, cómo poder ahorrar energía en estos momentos tan difíciles.

El sector cooperativo nacional reúne a 1,8 millones de personas, y tiene representación en prácticamente todos los sectores de la economía. Seguiremos visualizando junto a todas las cooperativas del país, este modelo que cada vez se adecúa más a las nuevas necesidades de un mundo que busca modelos empresariales más participativos, e integrados a los territorios.

Eric-Ebner