La vital ayuda que reciben jóvenes de sectores rurales para que continúen sus estudios

Desde primero básico que Valentina Zúñiga se ha destacado por ser una buena alumna y que siempre estuvo entre las mejores notas del curso. Además, desde muy pequeña ya tenía claro la profesión a la qué quería dedicarse cuando creciera: ser una psicóloga.

Valentina vive con su madre, Luciernes Aránguiz, en la localidad La Compañía de la Comuna de Graneros (Región de O’Higgins). Luciernes confirma el anhelo de su hija: “Desde siempre pensó en esa carrera. Ella es muy buena para escuchar a las personas, y le gusta tratar de ver el lado bueno de las cosas, ver la forma de ayudar”.

Ahora la joven cursa cuarto medio. Gracias a su esfuerzo y sacrificio, está cada vez más cerca de cumplir su sueño de estudiar Psicología. Y lo ha hecho superando carencias económicas, teniendo que trabajar los fines de semana como empaquetadora de un supermercado para mantener el hogar junto a Luciernes, quien por su parte trabaja como temporera agrícola.

Por eso, la alegría fue inmensa cuando en enero Valentina se ganó una beca que le permite seguir estudiando y solventar algunos gastos del año escolar.

“Esto nos sirvió bastante porque mi hija pudo comprar lo que necesitaba. Fue una ayuda caída del cielo, porque somos las dos solas y dependemos de cada una”, dice Luciernes. Con el dinero pudo comprarse cuadernos, los libros para los controles de lectura, lápices, un corrector, entre otros materiales.

Cooplacia

 Quien le entregó la beca a Valentina fue la Cooperativa de Agua Potable La Compañía (Cooplacia)*, organización que desde el año 1968 provee de agua potable a localidades rurales de Graneros con 736 arranques que abastecen a alrededor de 4 mil personas.

Esta organización es un ejemplo dentro del cooperativismo, que apostó a tener un activo rol social en el sector. Por eso crearon un comité de educación, en que además de preocuparse de los escolares, destinan recursos para realizar actividades culturales e iniciativas para mejorar la calidad de vida a los adultos mayores y personas en situación de discapacidad.

Angélica Moreno, gerente general de Cooplacia, señala que el desafío de la cooperativa es terminar con la idea de que estas organizaciones solo se dedican a entregar agua potable. “Nosotros nos hemos enfocado en la ayuda social y en mejorar la calidad de vida. La idea es acercarnos a la próximas generaciones para que puedan seguir con la gestión y que vayan apreciando lo positivo que es tener una cooperativa dentro del sector”, dice.

La cooperativa en un comienzo entregaba este apoyo al Colegio Villa La Compañía de Graneros, el único de la zona. Sin embargo, el establecimiento solo llega a octavo básico, por lo que algunos socios pidieron que se incluyeran becas para los hijos con buenas notas que continuaban sus estudios en otros sectores de la provincia. Era el caso de la hija de Luciernes.

“Nos sentimos orgullosa porque es un logro por todo lo que ha ganado. En el colegio donde estudia ha ganado los tres años excelencia académica. Que la reconocieran me hizo sentir en otro mundo, porque yo tengo pocos estudios y en el curso que va para mí es un logro grande. Hemos luchado para salir adelante”, dice Luciernes.

Apoyo para los escolares

Cooplacia tiene un papel muy importante en el desarrollo de los alumnos en el Colegio Villa La Compañía de Graneros. De hecho, la directora del recinto, Filomena Urbina, dice que son “la red de apoyo más potente que tenemos”.

“Están siempre preocupados de otorgar becas, útiles escolares para los niños y destinan parte de sus recursos en ayudarnos. Se preocupan que se entregue todo de forma equitativa en todos los sectores donde tienen socios, a los cuales no miran solo como consumidores de agua y se preocupan de sus hijos”, destaca Urbina.

La directora cuenta que anualmente entregan útiles escolares y becas para los niños con mejores notas. Además realizan concursos y apoyan las actividades del colegio. “Siempre nos preguntan qué cosas le hacen falta a los niños”, dice.

Entre las alumnas de este colegio que fueron premiadas por su rendimiento se encuentra Pía Castro, que en enero de este año recibió la lista escolar completa con todos los útiles para cursar cuarto básico.

La madre de Pía, María Ayala, valora que Cooplacia “siempre están participando en todo lo que uno necesita y que mi hija se haya ganado esta beca nos cae del cielo, porque es una excelente ayuda para las familias”.

*Cooplacia es socia de la Federación de Cooperativas de Servicios Sanitarios (FESAN).

Autor: Diego Almazabar, https://cooperativas.emol.com/